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EL LIBRO DE BIOQUANTUM

EL LIBRO DE BIOQUANTUM Capítulo 7 Trabajadores incesantes de la luz

EL LIBRO DE BIOQUANTUM     Capítulo 7     Trabajadores incesantes de la luz

Quienes escogieron trabajar con el conocimiento espiritual y decidieron conscientemente hacer su parte asistiendo a la Tierra y a sus habitantes en los momentos de transición y elevación, son los verdaderos trabajadores incesantes de la luz. ¿Acaso estoy hablando de ti? Como te apunté en el capítulo anterior, hace mucho, pero mucho tiempo, en cierto lugar de la galaxia, un gran concilio fue convocado y un llamado fue emitido a los innumerables seres de luz de todos los rincones del universo.

 

En aquella bendita reunión se expresó en forma enfática lo siguiente: «Estás invitado a encarnar en un mundo donde una gran transformación tendrá lugar. Tú que respondes a este llamado, irás a un lugar de evolución planetaria donde las ilusiones del temor y la separación son fuertes maestros. El llamado es para todo aquel que cuente con los dones y talentos necesarios para que ayude a elevar y transformar las frecuencias de la Tierra incorporando y anclando la presencia de su amor. La invitación es para que vayan y encarnen masivamente entre los pueblos del planeta para ayudar a sus habitantes y al mundo en su ascensión.

 

La parte más importante del plan consiste en que serás velado por el olvido; sin embargo, mientras recuerdes el sentimiento de la inocencia infantil y la confianza llegarás a ser un verdadero elevador armónico para la Tierra. Encarnarás junto con los demás de forma estratégica, quizás hasta en las áreas vibracionales más densas del planeta. Para algunos, la ilusión de separación del amor podrá crear sentimientos de desolación, falta de apoyo y perturbación. Pero reconociendo tu humanidad y tu gran amor transformarás las profundidades de la dualidad y tu luz animará a los demás a conseguir también su objetivo. Tu participación en este desafío es puramente voluntaria. Si aceptas la misión tendrás la oportunidad de catalizar y sintetizar todo lo que experimentes durante las muchas encarnaciones recibiendo el glorioso ofrecimiento de un salto cuántico en tu conciencia».

 

Fue así, más o menos, la forma en que decidiste encarnar en este planeta para ayudar en el crucial evento. Hubo además, para protección de todos los aspirantes, un “plan B”, el cual consistía en auxiliarse entre sí en el despertar —de la ilusión de separación y olvido— al que somete a sus habitantes el planeta Tierra. Entonces, quienes viajaron, acordaron avivar unos a otros el recuerdo y fueron plasmando amorosamente en su largo recorrido, a manera de rastros, ciertos códigos como sonidos, colores, luces, imágenes, palabras y símbolos con los cuales se ayudarían a recordar su gran compromiso con la luz.

 

Esas claves irían apareciendo por todas partes, como en la música y en el arte, en miradas penetrantes, ¿dije ‘miradas profundas’?, también en conversaciones, sentimientos, etc. Cuando utilizas por ejemplo el canto, la risa, la danza, el gozo, el amor y la confianza, estás creando una oleada de transformación que transmuta las limitaciones de la dualidad y separación haciendo el milagro de la paz y la unidad sobre el planeta. ¡Lindo!, ¿verdad?

 

¿Deseas saber más acerca de ti? Yo digo que muchos factores indican que tu origen no es netamente de este mundo; analiza las siguientes interrogantes: ¿Tienes sentimientos de soledad? ¿Sientes como que no encajas con tu familia biológica? ¿Siempre fuiste la oveja negra? ¿Tienes gran fascinación por las estrellas y crees que tu verdadero hogar está allá a lo lejos? ¿Qué te parecen las costumbres de este planeta? ¿Sientes atracción por los temas esotéricos? ¿Aceptas la vida cósmica? ¡Lo sabía!, puse el dedo en la llaga ¿verdad que sí?

 

A cada instante estás creando la realidad que vivirás los próximos días, semanas o meses. Tu habilidad para manifestar se está acrecentando velozmente. Si crees en la oscuridad, demonios, privaciones, cataclismos y sufrimiento, o si irradias miedo, odio etc., es tan seguro como que respiras, o como que tu corazón late, que esa será la realidad que atraerás y manifestarás en tu entorno circundante. Si abres tu corazón a la energía transformadora que se está derramando sobre el planeta entero y permites que tales vibraciones se hagan parte de tu físico, mente y emociones, le estarás abriendo el camino a la alegría, el amor, la paz, la buena salud y la prosperidad, porque son tu derecho divino. Tú, y nadie más que tú estás creando tu cielo o tu infierno en la Tierra.

 

Una vez que te reconectes con tu chispa divina habrás encendido el fuego de la transformación que ha permanecido latente en tu interior por miles de años. Quiero que aceptes la gran verdad de que también eres ‘creador’ junto con la mente universal. Inyecta vida a tus sueños más excelsos. ¿Quieres que tu mundo se convierta en un paraíso? Pues concíbelo primero en tu mente, luego abrázalo en tu corazón y termina recubriéndolo de infinita emoción para que lo manifiestes en la realidad física. Atrévete a saber y atrévete a hacer, no tienes por qué seguir negando tus aptitudes creadoras innatas.

 

¿Que cómo sabrás si tienes esa gracia? Lo sabrás cuando tu corazón y tu alma canten himnos de alabanza a tu poderoso Ser inmortal. Lo sabrás también cuando no puedas permanecer callado y te sientas impulsado a compartir tus gozosas experiencias con otros que deseen escuchar, así esparcirás tu amorosa luz y presencia tan lejos y extensamente como te sea posible. Aconsejarás a aquellos que te lo soliciten. Serás conocido por tus actos y verás que quienes necesiten de tu luz y sabiduría serán atraídos hacia ti.

 

Aceptarás con avidez cada nuevo desafío. ¿Qué intenta enseñarte esa persona? ¿Qué imagen espectacular están reflejándote él o ella? ¿A qué concepto erróneo te estás aferrando para necesitar esta o aquella experiencia? No mires cada desafío más que como oportunidades para profundizar en tu maestría. ¿Qué está enseñándote tu cuerpo? Escúchalo. ¿Estás prestándole la atención que necesita mediante una alimentación sana, ejercicio y suministro de ideas apropiadas? Recuerda que las ideas y pensamientos también son alimento. Céntrate en tu alma y corazón; mantén sintonizada tu consciencia con tu Ser superior para que las instrucciones internas broten con mayor celeridad. El tiempo de espera y preparación terminó. El tiempo de la acción ya comenzó. Derrama todo el amor y la luz que llevas dentro y se te devolverá multiplicado.

 

Lo que estás experimentando en estos precisos momentos es un cambio grande y radical. Ahora estás envuelto en un proceso de limpieza, clarificación y armonización de las formas energéticas de pensamiento que has creado dentro de las realidades de esta dimensión. Ha sido una gran jornada y has ganado mucha sabiduría, por tanto, reclamas el poder y majestad de tu Ser. Por mucho tiempo fuiste cocreador inconsciente y sentiste que estabas a merced de un dios vengativo o de un destino predeterminado. Estás aprendiendo a usar las leyes universales de manifestación para tu más alto bienestar y el de todos. ¿No es tiempo de curar y dejar ir las dolorosas memorias del pasado? ¿No has sufrido suficiente? Dímelo. Elegiste la raza, el país, la familia y las circunstancias que podrían permitirte experimentar todo lo que necesitabas aprender, liberar, transmutar y moverte más allá en orden de reclamar tu maestría personal. Tú hiciste la elección, nadie más la hizo por ti, recuérdalo.

 

Tu linaje está más allá de lo que puedas imaginar. Tienes mucho potencial y has hecho tantas cosas hermosas a través de los tiempos que no cabrían todas juntas en tu mente. Tú que has estudiado, meditado y reclamado tu grandeza eres el representante escogido por tu familia de almas, porque eres quien ha respondido al llamado y te has movido dentro de las frecuencias vibratorias de la nueva creación las cuales sólo están esperando para que las transformes en todo lo que desees. Todo lo que necesitas para crear el mundo de tus sueños está disponible ahora.

 

Eres uno de los guardianes de los registros del pasado y tienes el derecho de entrar a la biblioteca donde el conocimiento universal está contenido. Tu historia personal, el reporte de las almas y todo lo que ha tomado lugar en este universo están al alcance de tu mano; sólo debes prestar atención a los signos a tu alrededor, a tu sueños, energías y emociones. Toma en cuenta que los pensamientos negativos son muy tóxicos y los positivos son sanadores y fortalecedores. En cualquier momento en que el mundo se bambolee y sientas que no estás en control de lo que está sucediendo, regresa a tu centro y busca el manantial de fuerza que viene desde tu Ser.

 

Una cosa que sabrás a medida que sigas adelante es que la música, más que nunca, adquirirá un papel importante en tu vida. Oirás melodías que escuchaste muchas veces y de repente te emocionarás porque la conexión vibratoria de tu corazón será más fuerte que nunca. La energía de la música te ayudará a cambiar no sólo por dentro, sino también por fuera. La música es vibración, y por tanto, una forma de comunicación de muy alta calidad. La música es espiritual; se rige por principios distintos a la mera forma humana. En tu cerebro hay una sección especial que se dedica a interpretar y recordar las vibraciones en forma de música. Los principios que gobiernan la música representan la forma normal con la que funcionan las cosas en el universo. Así que, te pido que comiences a confiar en lo que percibes aunque creas que te lo estás inventando. En algún lugar, muy adentro, sabrás que esa energía es real.

¿Quieres acabar con muchos conflictos a tu alrededor? Aprende a comunicarte, es muy sencillo hacerlo; en la comunicación está la educación. Cuando adquieres educación te das cuenta que todos somos iguales; nadie es más ni menos que los demás. Nadie está separado y todos formamos parte del todo. Los actos de separación son los que causan problemas. Descubre nuevas formas de comunicación, porque eso hará resaltar tus similitudes con los demás en vez de que veas diferencias. La comunicación vibratoria a través de los ojos es otra herramienta que debes empezar a utilizar. Empieza a hacer contacto con los demás por medio de la mirada. Cuando entras en contacto con alguien a través de la mirada se da un hermoso intercambio de conocimientos desde tu alma con el alma de la otra persona. Ojo, mucho ojo…

 

 

EL LIBRO DE BIOQUANTUM Capítulo 6 ¡Es hora de despertar!

EL LIBRO DE BIOQUANTUM  Capítulo 6  ¡Es hora de despertar!

Tal y como vayas acrecentando la confianza en ti mismo, de igual manera tus capacidades internas se desarrollarán. Has de saber que cada acción y pensamiento que tienes afecta en forma directa o indirecta tu entorno. En otras palabras te digo: ¡crea tu nueva realidad de momento en momento con la expresión más elevada de dicha que puedas! Comprende que tus pensamientos y tu punto de vista crean todo en tu vida. ¿Dije “punto de vista”? Sí, porque para mí, tu punto de vista es de lo más importante que hace que cambie todo en tu vida misma.

También toma en cuenta que si llegaras en algún momento a no sentirte feliz con lo que creaste, es importante que tengas el suficiente valor de volver a elegir hasta que te sientas a gusto; y no con los demás, sino contigo mismo, que es lo que realmente cuenta. Esto es, ten el valor de crear nuevos pensamientos y nuevas ideas y actúa en consecuencia. Ten el valor de cambiar la senda antes de que tu pie toque el suelo. ¿Captas la idea? Si no lo has entendido, vuelve a leer, por favor, hasta que te quede claro, ¿sí? Y sigue, sigue, que esto apenas se está poniendo bueno.

Yo creo que ya es hora que te liberes de los implantes de limitación física, emocional y espiritualmente que te someten a una vida sin un verdadero significado, no sé tú. Es tiempo de que conozcas a fondo tus miedos y resuelvas la situación con cada uno de ellos, así como con tus culpas y excusas autolimitantes. Ha llegado el momento esperado de que recobres la magnificencia de tu Ser. Muchas mentiras están siendo reemplazadas día a día por verdades inherentes a la nueva realidad; si percibes esos benditos cambios es que tu conciencia se encuentra en expansión. ¡Felicidades por eso!

Tu preocupación por acontecimientos pasados o venideros te impiden experimentar el “ahora” con plenitud, eso te estanca de una manera horrible y sin que lo sospeches siquiera. Es urgente que aprendas a sentir la frescura y la alegría de estar viviendo de instante en instante. Quiero que estés en calma, en el aquí y ahora, porque te conduciré a abrir los compartimientos de tu alma. En esas inmensas gavetas se encuentran guardados archivos que tienen que ver con tus carencias, limitaciones, paz, alegría, abundancia, salud, así como los sentimientos en torno al envejecimiento y a la continuidad de tu vida… imagínate nada más lo que te espera.

Sé exactamente cómo llevarte a esas regiones para que acomodes todo en su justo lugar. Tenme paciencia y pon mucha atención porque te lo iré transmitiendo en cada renglón que leas, ¿entiendes? No te pierdas, aprovecha la hermosa oportunidad que te estoy brindando. Por lo pronto te sugiero que empieces a modificar tus pensamientos negativos por positivos, ya que al transformar las frecuencias que hay dentro de ti, ‘tu mundo’ cambiará radicalmente.

Supongo que ‘a estas alturas del partido’ ya sufriste demasiado con tu agitada, sí, pero a la vez vacía e insípida vida humana, ¿o me equivoco? Por eso me atrevo a preguntar: ¿crees entonces estar preparado para levantarte y pedir el baúl del tesoro que tiene tu nombre y que ha sido guardado celosamente para ti? Porque si es así, ¡enhorabuena! Tengo el preciado encargo de decirte que perteneces a un sofisticado equipo de seres que se dedican a abrir caminos para los demás. Tú formas parte de los que vinieron a la Tierra para garantizar el éxito de un gran experimento y poco a poco te estás volviendo consciente de ello; sé muy bien que algo te lo grita en tu interior.

Es fundamental que recuerdes que tú, como chispa de la divinidad que eres, te presentaste en este mundo con tus verdaderas capacidades muy disminuidas, ¡Wow, qué valiente de tu parte! Por fortuna siempre se ha mantenido una especie de hilo energético que te comunica con tu fuente primordial, un cordón que nunca puede ser cortado y que se está haciendo cada vez más fuerte y poderoso a medida que miras hacia tu interior y aceleras el proceso de recuperación de las facetas de tu Ser.

¡Es hora de despertar!, sí, y esta es una oportunidad que no se te presentaba desde que fuiste sumergido en la tenebrosa densidad de la ignorancia y el velo del olvido comenzó a apagar tu potente y divina memoria. En forma paulatina fuiste olvidando por qué y para qué viniste a la Tierra, cuál era tu misión y de dónde procedes realmente. Sabiendo que eso iba a suceder, de forma por demás inteligente, te diste a la tarea de almacenar parte de tu sabiduría en paquetes de luz, y fueron colocados éstos en los niveles vibratorios superiores de tu cerebro y corazón para cuando llegara el momento en que despertaras y recuperaras el derecho que tienes de acceder a la historia de tus orígenes.

Déjame contarte un poco de historia, ¿quieres? Bien, hace mucho, pero mucho tiempo se te convocó desde los más lejanos confines del universo; cuando todos se reunieron en grandes grupos, a cada uno se le asignaron tareas específicas. Se te dijo muy bien que olvidarías conscientemente, aunque tu misión fue impresa etéricamente como proyecto cósmico en el interior de tu corazón sagrado; así que hay colocadas en el centro de tu corazón luminosas semillas de amor y recuerdos de la conexión con los otros integrantes y también con tu lugar de origen…

De la misma manera se te colocó, como parte del plan, cierta alarma que se programó para repicar profundamente en tu interior y disparara ésta un dispositivo que te condujera a responder al llamado para despertar. En el fondo de tu conciencia han comenzado a resonar estas palabras: “Es hora de despertar, es hora de mirar hacia adentro; es hora de elevarse y de comenzar el viaje de vuelta”, ¿no es verdad? Miles de conciencias se están sacudiendo ahora que su reloj interno ha comenzado a vibrar con las frecuencias del despertar y está diciendo: “Es hora; ¿ya estás listo?”. Así que es hora que vuelvas a tu ‘verdadero estado’ como amado emisario de la luz. Es hora de recordar todo lo olvidado. Ya estás conectado y tienes acceso a cualquier cosa que jamás hayas podido desear, ¿qué estás esperando? Me complace comunicarte que a medida que tu Ser vuelva a asumir el dominio de tu vehículo tanto físico como mental, irás sintiendo que nada que no esté en armonía con las elevadas frecuencias de la luz podrá infiltrase en las facetas más profundas e íntimas de tu Ser.

¿Sabías que no eres exclusivamente lo que se refleja ante el espejo? ¡Esa es una verdad del tamaño del mundo! No eres solamente carne, eres mucho más que eso; he venido a recordarte que eres todo un Universo. En tu interior, en espera de que dejes fluir libremente a través de ti, ansiosa aguarda una esplendorosa e infinita energía, una vibración atómica, electrónica, cuántica, radiante, de origen cósmico, divino, multidimensional, luz pura, llamada Espíritu. Tú eres un ser infinito simulando ser finito. Quien mora dentro de ti, tu verdadero Ser, es inmortal, perenne, y tú, más bien tu mente física lineal, tú, creyéndote únicamente el cuerpo físico, has aceptado que eres mortal, y por eso mueres; pero yo te digo que el único que muere es el vehículo, ¿te das cuenta?

Tu espíritu es el que ha sido, el que es y el que será. Tu espíritu es una energía envasada en un molde de carne y hueso. Tu espíritu es una entidad de luz que brilla incansable en tu interior y que clama por recuperar la potestad que otrora perdió. El nombre de tu espíritu es el que está escrito en el libro de la vida y ese es tu verdadero, único y real nombre. Tu espíritu está jugando un juego que consiste en fingir que es sólo humano; y el desenlace de toda esa trama es que debe descubrir a base de experiencias en este burdo plano su verdadera esencia. Tu espíritu jamás terminará de aprender, no tiene un final y nunca se detendrá en su aprendizaje y adquisición de conocimiento.

¿Sabías que todas las formas de creación llegan a través de la energía universal, y que has sido tú, junto con todos los demás, quienes tomaron esto desde los reinos etéricos y lo trajeron a la Tierra a través de tubos o paquetes de energía y lo concretaron en la tercera dimensión? Ese es precisamente el proceso por medio del cual se ha creado todo lo visible y material hasta el momento. Te invito a que asumas la responsabilidad de crear tu propia vida y descubras la felicidad, porque en eso reside la verdadera magia de la creación.

Ya no va a haber más líderes, ¿eh? Ahora debes aprender a ser tu propio guía. Tienes que pasar del punto en que antes tus dirigentes te ordenaban y tú ciegamente obedecías, a seguir tus propios impulsos ¡desde este mismo instante!; toma tan sólo aquello que vibra fuerte en tu corazón y descubre su aplicación práctica en la vida; así de simple. Esa es la auténtica magia de los creadores, y tú eres uno de ellos, no lo olvides. A medida que el juego de la vida siga su marcha, irás descubriendo que las cosas cambian, y muy pronto te toparás de frente con las evidencias de este proceso de cambio del cual te hablo. Cuando eso suceda no dudes en compartirlo con los demás en todas las formas posibles; ¿de acuerdo?

¿Sabías que tienes una familia, un hogar, así como muchos amigos en planos superiores los cuales dejaste intencionalmente allá y están observando todos tus movimientos con mucha expectación? Todos y cada uno de esos seres cósmicos se ven afectados por lo que estás haciendo aquí y ahora. Con horror me he dado cuenta que antes de que llegaras a este plano de existencia diseñaste un plan maestro de vida el cual te haría dudar siempre hasta de ti mismo, ¡ups, qué tragedia!

Quisiste que te hiciera sentir cómodo el no poder acceder siquiera al conocimiento relativo a tu propio universo ni a tu vida, ¡órale! Únicamente permitiste que con cierta frecuencia, a intervalos, se te activara una pequeña chispa de luz que te mostrara lo que eres en verdad; y en esos breves instantes tendrías un espejo que te reflejaría la magnificencia de tu Ser, tu belleza interna y tu poder ilimitado, ¿puedes creerlo? ¡Oh, Dios, cuánta grandeza de tu parte! Mis respetos para ti.

¿Sabías que debido a esa inmensa labor has sido honrado más allá de tu comprensión lógica porque tuviste el valor de ponerte los velos y pretender que no sabías ni siquiera hacia dónde te dirigías? Por esa y otras razones pongo a tu disposición esta información, para que la emplees ahora que surgen vibraciones más elevadas en el mundo indicándote que es hora de despertar. El hilo de la ignorancia cada día se está adelgazando más y más y está a punto de romperse, ¿lo percibes? Has estado esperando la llegada del día y la hora con ansia sinigual. Has pedido con infinito amor que esto suceda; deseas fervientemente estar ya del otro lado para poder trasladarte entre las nuevas realidades.

Pero, siempre hay un pero, precisamente cuando esto se coloca frente a ti, el temor te invade, se te dispara el miedo a lo desconocido y retrocedes despavorido. Te pido que no te menosprecies por experimentar ese tipo de sensaciones o por tener ansiedad. Comprende que todo esto forma parte de un proceso muy natural. Nada más se trata de que asimiles esas energías en tu ser físico para que descubras lo que funciona y lo que no y así poder ir de vuelta al lugar que verdaderamente perteneces. Cuando descubras eso en tu interior serás capaz de reconectarte y como consecuencia te percibirás menos desequilibrado, menos ansioso, menos temeroso y con menos dificultades para avanzar hasta donde te propongas ir y más allá aún.

Tú, como espíritu que evoluciona en la forma humana, y en el momento que así lo desees, cuentas con la capacidad de pasar de una realidad a otra y traer de regreso contigo algo que podría ser un conocimiento, un pensamiento o una emoción que necesites; es más, un buen día serás capaz de transportar hasta tu cuerpo físico hacia adelante y hacia atrás en el tiempo. ¿Preguntas que si es posible viajar en el tiempo? Sí, es posible ir hacia adelante, hacia atrás y también hacia los lados. Como Ser infinito tu verdadera relación con el tiempo es muy distinta a la que crees, físicamente hablando. Quizás tu primer traslado consciente en el tiempo no sea hacia atrás o hacia adelante, sino más bien lateral.

Que te transportes lateralmente a otras realidades dimensionales del elemento tiempo es tan real y útil como ir hacia atrás o hacia adelante. Todas estas formas se están convirtiendo ahora en realidad mucho más que antes. Si sientes que te encuentras en el ahora, en el presente, entonces aceptas que existe el futuro y el pasado, ¿verdad? Sabes que la historia evoluciona en forma constante y no solamente respecto al punto en el que te encuentras en este preciso momento, sino también con relación a lo que ya sucedió y también a lo que vendrá. Tu espíritu es quien te ha ayudado a crear todo lo que te rodea en las dimensiones de tiempo y espacio porque todos los eventos de tu vida, llámense pasado, presente o futuro cumplen con un propósito definido.

Como tu Ser conoce muy bien el arte de manipular el tiempo, cada vez que estés en una situación difícil te sugiero que vayas hacia adelante, que eches un pequeño vistazo o salto cuántico al futuro para crear el resultado, cuidando siempre que éste sea el más óptimo para tu persona. Tienes, no se te olvide, como nunca antes, la capacidad de trabajar con esto ahora, ¡usa ese don! La energía que tienes frente a tus ojos apoya todas tus creaciones. ¿Recuerdas que te dije que creer es crear? No veas lo difícil que pueda ser o tu responsabilidad frente a eso, más bien imagina cómo te sentirás cuando sepas que lo has logrado después de tantos intentos. Permítete experimentar la grata emoción que se siente respecto al abanico tan amplio de posibilidades que se te abre ahora. Tu Ser es de los creadores más grandiosos que jamás hayan caminado sobre la faz de la Tierra, te lo digo sin temor a equivocarme.

Piensa que la vida se está volviendo mejor a cada instante, porque esa es la verdad. Visualízate como un recipiente —eso es tu cuerpo físico— que merece recibir los regalos que le ofrecen la vida y el universo mismo, y que te sirvan de inspiración, ¿por qué no? Tus pensamientos crean tu nueva realidad. Recuerda: lo que pienses de ti, eso eres. Ah, y por favor no juzgues. En realidad no sabes lo que está bien y lo que está mal, puesto que las apariencias engañan. Lo que para el conglomerado humano está mal, es posible que sea parte de un plan superior que todavía no alcanzas a comprender. No temas ser cuestionado y tratado como loco; por fortuna hay muchos otros como tú y cada vez serán más quienes despierten a esa nueva realidad.

Algunos se desconcertarán ante lo que les sucede, pues experimentarán habilidades tales como la predicción, sanación, telepatía, etc. Los primeros guiarán a los que siguen y así sucesivamente, pues la apertura será cada vez mayor; eso forma parte de un acuerdo firmado por tu esencia, recuérdalo. No temas; en estos precisos momentos te encuentras recorriendo largos y sombríos túneles internos para que erradiques viejas estructuras y emociones. Aún tienes muchas lágrimas guardadas en las ánforas de tu alma y es hora de sacarlas. No es correcto que andes todavía con antiguas cargas ya caducas a cuestas, libéralas de una vez por todas. Insisto: ¡Es hora de despertar!

¿Te digo algo? El planeta brilla cuando enciendes tus luces internas. Y fíjate que no necesitas conocer verdades ocultas para iluminarte. Todo es más simple de lo que te imaginas; resplandeces cuando te colocas dentro de la sencillez de tu hermoso corazón. Iluminarse no es un acto complejo; encenderte es dejarte rodear por la luz de la Conciencia Cósmica Universal. La luz es información. Di no al ocultismo; es tiempo de propagar la luz. Es tiempo que todo sea visto. No más cajas misteriosas cerradas. Es tiempo que se abran de par en par los contenedores y que quede totalmente visible el interior. El que pueda entenderlo, comprenderá, y el que no, se mantendrá desinteresado o al margen de todos estos aspectos de la vida.

Tú puedes acceder a la información superior desde este mismo instante; no pierdas más el tiempo. No necesitas ser integrante de una organización hermética; esas instituciones sólo te hacen creer que controlas y tienes poder, y a fin de cuentas nada de eso es cierto; ¿sabías que cuando se controla la información, o sea, no dejas transitar libremente la luz, te conviertes en un agente de la oscuridad? La oscuridad trabaja siniestramente para ocultar la más información que puede por medio de la desinformación. La oscuridad no quiere que sepas que puedes iluminarte. ¿Lo sabías? ¡Oye, qué bueno!; si no, pues qué malo.

Hablando de luz, la misma puede ser descrita como amor, alegría, felicidad y todas las emociones de tipo superior que encuentres en el mundo; en cambio, hablar de oscuridad, ésta simboliza al miedo, ira, culpas, vergüenza y toda clase de emociones negativas. La luz representa la recompensa obtenida. La oscuridad es la lección y el desafío. El dolor físico y las emociones que causan el miedo y la ira son sólo algunas porciones de lo que se debe aprender a valorar como lección en esta vida; así que, como humano, estás sometido voluntariamente a fuerzas a un jueguito medio extraño que se llama: “integración de polaridades”. O sea, se trata de que comprendas a fondo los aspectos de la luz y la oscuridad. ¿Que cuál es el objetivo del juego? ¡Descubrir la compasión!; que no es otra cosa que el punto medio de la famosa integración de los dos polos.

Cuando tu alma alcance la compasión sentirás aceptación por ambos lados, sin juzgarlos como buenos o malos; ¿entiendes la clave del juego? Espero que sí, ¡uf! El día que logres la compasión o integración significará que tu alma comprende el valor real de la luz y la oscuridad y elige tener a ambos en balance como parte de sí misma. ¡Espera!, parece que te veo; no te rasgues las vestiduras, espérate tantito, déjame te explico, ¿sí? Te conozco, y muy bien. No botes el libro por el suelo ni lances improperios, ten calma, por favor. Sigue, no pierdas el ritmo. Tú eres valiente, enfrenta el reto.

Como te decía, uno de los grandes desafíos del juego de integración de polaridades, al cual se sometió conscientemente tu Ser, es que debes encontrar el valor intrínseco de la oscuridad. La oscuridad es como la escuela, y las clases son las lecciones que deseas aprender para lograr el balance de ambos lados dentro de tu esencia divina. ¿Está claro? Sé que no, no del todo; no logras entenderlo todavía. Mira, para acabar pronto, el gran desafío es que según tú quieres quedarte siempre en la luz. Qué cómodo, ¿no? La luz es como un centro de esparcimiento en una isla tropical; es como un escape del stress y el agobio que representa el crecimiento espiritual. La verdad es que tu Ser nunca tuvo la intención de que te quedaras allí, porque si permanecieras sólo en la luz, sería como polarizarte, eso es, irte hacia un extremo del péndulo; y no se trata de eso realmente.

Que te polarices hacia la luz o a la oscuridad estanca tu verdadero progreso espiritual. Para que logres tu objetivo debes interpretar algunas veces roles oscuros y en otras ocasiones te tocan papeles luminosos. De no ser así, no podrías integrar los opuestos porque no tendrías la experiencia de los dos lados. Ciertamente para lograr una verdadera evolución espiritual tienes que encarnar en diferentes escuelas planetarias. Todas las escuelas planetarias tienen variados grados de libre albedrío y así proveen diferentes niveles para fortalecerte. La Tierra es una escuela planetaria con libre albedrío total, permitiendo a tu alma experimentar el completo alcance de tus propias creaciones y decisiones. A los planetas con este grado de albedrío son llamados ‘grandes experimentos’; y la Tierra está entrando ahora en la recta final del juego por el cual te decidiste a participar en ella.

Me complace informarte que los códigos de la compasión ya se están reinstalando en tu cadena de ADN y también que se te están ofreciendo ciertas herramientas desde dimensiones superiores para que logres la integración más fácilmente. Te pregunto: ¿crees poder llegar a la integración? La decisión es sólo tuya; de lograrlo, el planeta ascenderá dimensionalmente y el resto del universo seguirá el mismo ejemplo. Tú eres una entidad multidimensional y te encuentras en todos los espacios y tiempos a la vez, aunque por el momento no tengas plena conciencia de ello. 

La vida en la tercera dimensión con libre albedrío es en muchas maneras similar a ser jugador en un encuentro de ajedrez; cada movimiento de un jugador cambia las posibilidades del juego y el resultado potencial del mismo, y cada una de las jugadas, hasta aquella que se realiza al final, afecta el resultado del juego. Así es la vida. Haces elecciones que afectan directamente tu ‘mundo’ y a todos los que te rodean porque vives en un inmenso mar de energía cósmica. Estás constantemente rodeado por esa energía y te conectas a ella por medio de tus pensamientos.

Tus pensamientos son cosas reales, y se acumulan en el enorme mar de la energía cósmica. Son como pequeños estallidos de energía con los cuales creas. Los pensamientos están cargados de energía positiva o negativa, y cualquiera de las dos puede cancelar a la otra. Tus pensamientos son la fuerza más grande y hermosa que existe en el universo y viajan a una velocidad vertiginosa. Cuando tú creas un pensamiento bueno produces energía positiva, la cual se adiciona al mar de energía cósmica que te rodea. Cuando tú generas un mal pensamiento creas una energía negativa, la cual cancela la misma cantidad de energía positiva en el mar de la energía cósmica que te rodea…

Cuando tú piensas cosas buenas acerca de alguien, esa energía positiva inmediatamente es transmitida a través del mar de energía al campo vibracional de la persona y cancela la parte proporcional de energía negativa existente. Ahora imagínate lo que sucede cuando tienes pensamientos negativos hacia alguien. Recuerda que lo que cosechas es siempre mayor que lo que siembras, y que lo que recibes es siempre un múltiplo de lo que das.

La energía positiva que envías siempre regresa a ti multiplicada muchas veces; de igual manera la energía negativa que emitas siempre regresará en mayores proporciones. Si tú envías odio, esa energía multiplicada regresará a ti. Ahora que si envías amor, ten por seguro que esa energía regresará también en una cantidad muy superior, ¿comprendes?

 

 

"El libro de bioquantum".

"El libro de bioquantum".


Arti­culo:

Hola:Para saludarlos y agradecerles que hayan subido la informacion de "El libro de bioquantum"...Por favor consigan el total del libro... buscando encontr; una página donde lo tienen publicado todo completo: http://escueladebioquantum.com

EL LIBRO DE BIOQUANTUM

Capítulo 5

Implantes que limitan física, emocional y espiritualmente

 

Al principio de esta obra te dije que tenías que aceptar que no sabes a ciencia cierta quién eres, de dónde vienes, y que tampoco te queda claro por qué y para qué estás aquí, refiriéndome, por supuesto, a tu limitada vida física y emocional en el planeta Tierra. Si me permites, soy portador de suficiente información que te servirá para contestar uno a uno los cuestionamientos que te enumeré anteriormente. En otras palabras, soy el mensajero que tiene que darte varias noticias. Algunas de ellas son muy buenas, halagadoras, exquisitas, tiernas, dulces, amorosas, etc., pero las otras son difíciles de decir… a veces quisiera mejor no mencionártelas porque duelen en lo más profundo del alma, pero, no puedo dejarlas de lado, y debemos enfrentar con coraje nuestra realidad. Perdona si algunos capítulos te llegan a impresionar, pero es que se tienen que rasgar los velos que cubren la verdad. Relájate, respira profundo, tranquiliza tu mente y tu corazón y lee con atención lo que te tengo que informar. Alguien tenía que hacerlo y eso a mí me tocó.

Quizás esta sea la primera vez que escuchas hablar acerca de implantes de limitación, parásitos energéticos, larvas astrales, seres sutiles y toda una serie de peligros visibles unos y otros no tanto, que están acechando tu vida, y tú ni en cuenta. No sabías nada al respecto porque te encuentras posiblemente envuelto en problemas económicos, amorosos, familiares, políticos, sociales y hasta religiosos. Esas dificultades que condicionan tu ajetreada vida, precisamente, se llaman ‘implantes de limitación’. Los mencionados dispositivos son barreras vibratorias que se proponen obstaculizar tu progreso en todos los aspectos: físico, emocional, mental y hasta espiritual.

Esos terribles mecanismos subjetivos —porque se supone que no se ven cuando actúan— son los encargados de bloquear tu sendero, pues te muestran falsos escenarios y te presentan argumentos ilusorios en la vida para entorpecer el libre tránsito o acceso que te conduce al encuentro final con tu Ser. En otras palabras, son piedras en el camino, son elementos de control que muy sutilmente te someten dentro de un entorno dual sin que te des cuenta del dominio que ejercen sobre ti. Son la viva representación de ataduras que te incapacitan para que puedas mirar más allá de tu propia nariz. Y no tienes más opción que descubrirlas para cambiarlas... cuanto antes, mejor.

Los implantes son muy parecidos al software de las computadoras, ¿entiendes? El software son los programas de la máquina, y ésta actúa haciendo lo que tú le pides que haga de acuerdo a la información que tiene en su interior. Por ejemplo: si haces en tu computadora una suma de dos más dos, y te arroja como resultado cinco, es porque así fue configurada; ella no sabe que dos más dos es igual a cuatro, eso sólo tú y yo lo sabemos, pero para ella, su verdad, es que dos más dos es cinco y párale de contar; nunca la vas a sacar de allí, aunque le grites y le pegues.

Quiero que sepas que los implantes de limitación han jugado un importantísimo papel en el acumulado de hechos que vienes arrastrando desde vidas pasadas, pues son quienes te someten a la rueda de la reencarnación sin que tú lo determines voluntariamente siquiera. De hecho, nunca te enteras; regresas constantemente a este “valle de lágrimas” en uno, luego otro, y otro cuerpo, porque tienes una gruesa venda en los ojos que no te deja ver la verdad verdadera. Sólo se te permite ver una realidad virtual generada por otros que te dominan a su antojo. [Estudia las películas de “Matrix”]. Desde que naces traes en tu genética esos dispositivos controladores, y a medida que creces vas generando más y más implantes. De esa forma la parte negativa que sujeta y exprime la vida de la humanidad tiene garantizado el consumo de las energías mentales; y vaya que les reditúa altísimas ganancias el sucio negocito, ¿eh? [Estudia la película “Monsters, Inc.”]

Toda esa gama de dispositivos los han venido anclando las fuerzas oscuras en un esfuerzo por seguir controlando tu existencia a través de tus pensamientos y emociones. Y es que no has abierto tu corazón a la comprensión de la verdad, más bien has seguido pautas equivocadas sin darte cuenta que son elementos condicionantes. ¿Qué te enseñaron cuando eras sólo un niño en la escuela?, acuérdate, ¿no te dijeron que aquí únicamente vienes a nacer, crecer, reproducirte y luego morir?, ¿ahora te das cuenta? A causa de eso tomas la vida como algo pasajero y no haces nada que valga la pena; nunca te atreves a buscar las causas, la razón ni el por qué de la vida; no te interesa conocer la verdad y pierdes el tiempo soberanamente no nada más en esta, sino en cada una de tus infortunadas existencias.

No seas apático, el tiempo es corto y debes despertar de ese pesado sueño. Lo bueno es que no todo está perdido, si me permites, te enseñaré cómo descubrir uno a uno los implantes que te limitan hasta transformarlos todos. Una vez iniciado tu trabajo de integración, el proceso de disolución y tu desarrollo interno serán más sencillos. Cuando te deshagas del pesado fardo que traes a cuestas podrás reenfocar tu energía y conducirás tu existencia hacia nuevos y mejores propósitos. Ese es el verdadero plan de vida aquí en la Tierra. Tú ahorita estás jugando a la gallinita ciega, y al caminar tropiezas y das tumbos sin parar, obviamente no te das cuenta de los peligros. La humanidad entera está “ciega”. Hasta aquellos que creen que saben mucho, los eruditos que tienen colgados varios títulos en sus paredes, padecen de miopía, y si son quienes enseñan, si son los instructores del mundo, ¿qué enseñarán? Nada más imagínate, ¿acaso serán ciegos guiando a otros ciegos?

De nuevo te digo, los dispositivos se anclan a tu cuerpo energético para cerrarle el paso a las frecuencias superiores que te servirían para reconectarte con tu Ser y poder despertar. Cuando a tu conciencia le metieron la programación de la dualidad, creíste en la separación de ti mismo con la divinidad y te convertiste en una entidad tremendamente manejable. Te volviste un simple robot que sólo sabe cumplir órdenes. Quienes te colocaron los dispositivos desean a toda costa seguirte manipulando hasta el fin de los tiempos. Te hacen creer que no eres Uno con Dios; porque si tú llegas a descubrir que realmente eres eso, te conviertes de inmediato en una amenaza para ellos y tu vida peligra. [Estudia la película “La Isla”] [También otras que se llaman: “Enemigo Público”, y “Yo, Robot”, con Will Smith]

Los implantes son promesas, juramentos, votos de pobreza, castidad, obediencia, etc., etc., contratos de todo tipo que hiciste y dejaste inconclusos con amigos, enemigos, familiares, conocidos, desconocidos, hermandades espirituales, asociaciones civiles, militares, religiosas, etc., etc., ya sea en tu presente vida y desde cada una de todas las pasadas. Cuántas veces, en los cientos o miles de años de existencias, no habrás dicho con toda solemnidad lo siguiente, por citar un mero ejemplo: «Juro por mi alma y mi espíritu inmortal que dedicaré toda mi vida al servicio de ¿…? hasta el fin de los tiempos». Y cuántas veces no se escuchó una voz como de trompeta remachando lo antes dicho por ti: «Aunque te escondas en los abismos del océano, aunque vueles por encima de la montaña más alta, aunque estés en el fondo del infierno, yo te buscaré y te recordaré tu juramento» ¡Ups!, suena terrible. Pero así es.

¿Te imaginas lo grave del asunto? Y es que esos juramentos o acuerdos te seguirán siempre como una sombra; no dejarán nunca de afectarte porque te mantienen abierto a reclamos por toda la eternidad. Los que manejan esos controles, hablo de quienes los implantan y a quienes les “debes” algo, tienen acceso a tus áreas energéticas por medio de tus sueños y en tu diario vivir, esa es una de las principales causas de tu interferencia espiritual. ¿Entonces qué? Tus contratos siguen vigentes, ¿qué vas a hacer con ellos? Los dispositivos o implantes de limitación se encuentran todavía en su lugar, muy adentro de tu persona. Ese es uno de los motivos por lo que estás obligado a regresar a la dimensión física en un cuerpo, otro y otro hasta no haber cumplido con tus compromisos, ¿entiendes? Creo que tienes que hacer algo al respecto urgentemente. A mí mismo me impresiona que tengas tanta tarea pendiente y tú como si nada. Pareces un estudiante desobligado al que no le importa reprobar. ¿Te das cuenta?

¿Sabes qué es el miedo? Es una vibración polarizada en forma negativa, una sensación de entender mal la vida y sus propósitos; es un velo de energía compuesto por un campo de pensamientos y sentimientos mortales que se entretejen con tu propia discordia. Ese grueso manto se ha convertido en un muro que separa tu conciencia evolutiva de la llama divina de tu real Ser. Las energías que componen el miedo son el resentimiento, orgullo, prejuicio, gula y codicia, entre otros.

Miedo es incertidumbre y ansiedad que te brotan espontánea e inconscientemente al separarte de tu alma. El miedo es el peor de los implantes de limitación que anidan en tu corazón, ¿qué tal?, y lo asumiste al ignorar las leyes cósmicas y por tu incredulidad. Primero, tu desesperación se generó porque no percibías claramente el plan divino para con tu persona, al suponer equivocadamente que estabas solo en el universo; y en esa disposición de ánimo, de persistente soledad, escasamente te diste cuenta de tu verdadera identidad. Oh Dios, oh Dios.

Tienes miedo a expirar porque piensas que ya no formarás parte de la gran corriente de lo conocido. Estoy en espera de ver hasta cuándo entenderás de una vez por todas que la experiencia del nacimiento, así como el proceso de la muerte física, en nada difieren una de la otra, y que lo que en verdad es ‘vida’ no puede dejar de existir por siempre jamás. Si generas miedo, atraes hacia tu persona la vibración negativa de los demás y te contaminas, ¡Ups! Cada vez que piensas o sientes temor fortaleces la forma misma del terror, porque el magnetismo del miedo está directamente relacionado con el número de veces que la idea es alimentada por tu propia mente. Todos tus pensamientos y sentimientos negativos atraen parásitos y virus energéticos que penetran en tu cuerpo y se alimentan precisamente de esa energía que tú les proporcionas sin darte cuenta.

Cualquier virus que se te manifieste en el cuerpo físico primero lo absorbiste a nivel etérico  (energético). Casi siempre la vulnerabilidad de una región física determina el lugar de entrada del virus y esto mismo aplica con tus emociones y tu mente. Es necesario que sepas que, se manifieste donde se manifieste una enfermedad, el último lugar en el que se va a materializar es en tu cuerpo físico; por tanto, tus pensamientos, sentimientos, lo que comes, lo que bebes, las cosas a las que te expones en forma de ambientes positivos o negativos, etc., terminan influyendo sobre tu cuerpo, no lo olvides.

Lo más difícil de manejar en estos momentos por los implantes que llevas dentro, son tus emociones, pues ellas rigen la mayor parte de lo que expresas y sientes respecto a la motivación de tus acciones. Tus creencias ejercen un decidido impacto sobre tu cuerpo. El primer paso para tu recuperación integral es que comprendas la motivación que hay detrás de tus actos. Cuando entiendas el modo en que tus emociones gobiernan tu comportamiento comprenderás los mecanismos que se disparan en tu físico, en tu mente y tu espíritu.

Al infectarte de energías negativas te desconectas de tus seres queridos y del mundo en general y te vuelves cada vez más huraño, te tortura el pasado y tus miedos crecen pensando que un día arderás en las calderas del infierno, temiendo siempre morir de una forma espantosa por tus acciones, etc., de esa manera, inconscientemente, llevas tu alma torturada hasta un plano conocido como el limbo, en el que yace por eras mientras esperas la venida del salvador que te llevará al cielo, según tú. Bueno, es que eso se te enseñó. Así lo entiendo. Pero tú no tienes la culpa. ¿Quién, entonces?

Como te venía diciendo, los parásitos que traes adheridos a tu cuerpo físico, así como los que andan revoloteando en tu campo energético se alimentan de tus adicciones, de tu forma de pensar y también de actuar. Para muestra basta un botón: En muchas de las incursiones que he hecho al interior de los humanos, energéticamente hablando, he visto actuar un tipo de parásito muy extraño que se especializa en “desmantelar” —más bien a ‘comerse’— los sistemas energéticos internos que tienen que ver con la prosperidad, consciencia superior y amor incondicional, ¿cómo la ves? Por tanto, me urge que aprendas a ver más allá de lo que tus ojos te muestran. ¿O piensas seguir siendo hasta el fin de los tiempos ‘alimento’ de gusanos energéticos? Ya estuvo, ¿no?

Tu plexo solar es el asiento de las emociones, ¿cierto? Pues quiero que sepas que en ese lugar “cocinas” y ofreces una enorme cantidad de energía “comestible”, especialmente cuando tu relación con los demás se torna confusa y entras en conflicto, pasando luego a la frustración y por último al enojo. Cuando albergas parásitos en tu plexo se te hace extremadamente difícil tomar decisiones basadas en tu verdad. Así es como los parásitos afectan tu comportamiento emocional infectado y te vuelves una veleta, un simple trozo de madera en medio de las embravecidas aguas del mar. Las entidades energéticas que están en tu plexo solar provocan que tus adicciones emocionales se salgan de control convirtiéndote en un adicto al sentimiento de la depresión.

La adicción es una cuestión netamente espiritual, y no hay, y no habrá por mucho tiempo, medicamento ‘de marca’ para ello, que no te engañen. Cuando alcanzas un estado avanzado de depresión lo único que deseas es dormir, comes en exceso y abusas de tu cuerpo pero de lo lindo, sin darte cabal cuenta, por supuesto. La “depre” te da porque traes muchas emociones contenidas que no expresas adecuadamente. Déjame darte otro tip, ¿sí? A los parásitos les encanta atacar un espacio energético que está junto a tu corazón para ‘encender’ —poner en actividad— en tu conciencia el miedo a la traición, y para que desconfíes hasta de los que te rodean. ¿Acaso estaré hablando de tu persona? Te lo juro que sí; hablo de ti, de ti, y nada más que de ti.

Las larvas y parásitos astrales te persiguen porque así obtienen alimento para su supervivencia. ¿Sabes por qué están a tu alrededor y son tan obsesivos? Por el manjar tan exquisito que le representan tus pensamientos y emociones. Si padeces de dolores de cabeza, te dan pesadillas, tienes náuseas, sientes piquetes en el cuerpo, o te aparecen moretones sin causas físicas aparentes, es porque hay larvas y parásitos energéticos a tu alrededor. Esos virus ejercen un fuerte impacto sobre tu bienestar físico provocándote diversas alteraciones.

Tu familia, principalmente los niños, están expuestos a los parásitos, porque tu ambiente es el mismo de ellos, no se te olvide; de hecho, todo el plano terrestre está plagado de esas energías negativas. Tienes que hacer algo al respecto, pero con premura. Creo que mejor aquí le paro, no quiero atiborrarte de verdades porque puedo provocar más miedo en tu interior. Ármate de valor y sigue leyendo, por favor; te prometo ser más mesurado de aquí en adelante.

 

 

CAPITULO V

CAPITULO V

 

EL LIBRO DE BIOQUANTUM

Capítulo 5

Implantes que limitan física, emocional y espiritualmente

 

Al principio de esta obra te dije que tenías que aceptar que no sabes a ciencia cierta quién eres, de dónde vienes, y que tampoco te queda claro por qué y para qué estás aquí, refiriéndome, por supuesto, a tu limitada vida física y emocional en el planeta Tierra. Si me permites, soy portador de suficiente información que te servirá para contestar uno a uno los cuestionamientos que te enumeré anteriormente. En otras palabras, soy el mensajero que tiene que darte varias noticias. Algunas de ellas son muy buenas, halagadoras, exquisitas, tiernas, dulces, amorosas, etc., pero las otras son difíciles de decir… a veces quisiera mejor no mencionártelas porque duelen en lo más profundo del alma, pero, no puedo dejarlas de lado, y debemos enfrentar con coraje nuestra realidad. Perdona si algunos capítulos te llegan a impresionar, pero es que se tienen que rasgar los velos que cubren la verdad. Relájate, respira profundo, tranquiliza tu mente y tu corazón y lee con atención lo que te tengo que informar. Alguien tenía que hacerlo y eso a mí me tocó.

Quizás esta sea la primera vez que escuchas hablar acerca de implantes de limitación, parásitos energéticos, larvas astrales, seres sutiles y toda una serie de peligros visibles unos y otros no tanto, que están acechando tu vida, y tú ni en cuenta. No sabías nada al respecto porque te encuentras posiblemente envuelto en problemas económicos, amorosos, familiares, políticos, sociales y hasta religiosos. Esas dificultades que condicionan tu ajetreada vida, precisamente, se llaman ‘implantes de limitación’. Los mencionados dispositivos son barreras vibratorias que se proponen obstaculizar tu progreso en todos los aspectos: físico, emocional, mental y hasta espiritual.

Esos terribles mecanismos subjetivos —porque se supone que no se ven cuando actúan— son los encargados de bloquear tu sendero, pues te muestran falsos escenarios y te presentan argumentos ilusorios en la vida para entorpecer el libre tránsito o acceso que te conduce al encuentro final con tu Ser. En otras palabras, son piedras en el camino, son elementos de control que muy sutilmente te someten dentro de un entorno dual sin que te des cuenta del dominio que ejercen sobre ti. Son la viva representación de ataduras que te incapacitan para que puedas mirar más allá de tu propia nariz. Y no tienes más opción que descubrirlas para cambiarlas... cuanto antes, mejor.

Los implantes son muy parecidos al software de las computadoras, ¿entiendes? El software son los programas de la máquina, y ésta actúa haciendo lo que tú le pides que haga de acuerdo a la información que tiene en su interior. Por ejemplo: si haces en tu computadora una suma de dos más dos, y te arroja como resultado cinco, es porque así fue configurada; ella no sabe que dos más dos es igual a cuatro, eso sólo tú y yo lo sabemos, pero para ella, su verdad, es que dos más dos es cinco y párale de contar; nunca la vas a sacar de allí, aunque le grites y le pegues.

Quiero que sepas que los implantes de limitación han jugado un importantísimo papel en el acumulado de hechos que vienes arrastrando desde vidas pasadas, pues son quienes te someten a la rueda de la reencarnación sin que tú lo determines voluntariamente siquiera. De hecho, nunca te enteras; regresas constantemente a este “valle de lágrimas” en uno, luego otro, y otro cuerpo, porque tienes una gruesa venda en los ojos que no te deja ver la verdad verdadera. Sólo se te permite ver una realidad virtual generada por otros que te dominan a su antojo. [Estudia las películas de “Matrix”]. Desde que naces traes en tu genética esos dispositivos controladores, y a medida que creces vas generando más y más implantes. De esa forma la parte negativa que sujeta y exprime la vida de la humanidad tiene garantizado el consumo de las energías mentales; y vaya que les reditúa altísimas ganancias el sucio negocito, ¿eh? [Estudia la película “Monsters, Inc.”]

Toda esa gama de dispositivos los han venido anclando las fuerzas oscuras en un esfuerzo por seguir controlando tu existencia a través de tus pensamientos y emociones. Y es que no has abierto tu corazón a la comprensión de la verdad, más bien has seguido pautas equivocadas sin darte cuenta que son elementos condicionantes. ¿Qué te enseñaron cuando eras sólo un niño en la escuela?, acuérdate, ¿no te dijeron que aquí únicamente vienes a nacer, crecer, reproducirte y luego morir?, ¿ahora te das cuenta? A causa de eso tomas la vida como algo pasajero y no haces nada que valga la pena; nunca te atreves a buscar las causas, la razón ni el por qué de la vida; no te interesa conocer la verdad y pierdes el tiempo soberanamente no nada más en esta, sino en cada una de tus infortunadas existencias.

No seas apático, el tiempo es corto y debes despertar de ese pesado sueño. Lo bueno es que no todo está perdido, si me permites, te enseñaré cómo descubrir uno a uno los implantes que te limitan hasta transformarlos todos. Una vez iniciado tu trabajo de integración, el proceso de disolución y tu desarrollo interno serán más sencillos. Cuando te deshagas del pesado fardo que traes a cuestas podrás reenfocar tu energía y conducirás tu existencia hacia nuevos y mejores propósitos. Ese es el verdadero plan de vida aquí en la Tierra. Tú ahorita estás jugando a la gallinita ciega, y al caminar tropiezas y das tumbos sin parar, obviamente no te das cuenta de los peligros. La humanidad entera está “ciega”. Hasta aquellos que creen que saben mucho, los eruditos que tienen colgados varios títulos en sus paredes, padecen de miopía, y si son quienes enseñan, si son los instructores del mundo, ¿qué enseñarán? Nada más imagínate, ¿acaso serán ciegos guiando a otros ciegos?

De nuevo te digo, los dispositivos se anclan a tu cuerpo energético para cerrarle el paso a las frecuencias superiores que te servirían para reconectarte con tu Ser y poder despertar. Cuando a tu conciencia le metieron la programación de la dualidad, creíste en la separación de ti mismo con la divinidad y te convertiste en una entidad tremendamente manejable. Te volviste un simple robot que sólo sabe cumplir órdenes. Quienes te colocaron los dispositivos desean a toda costa seguirte manipulando hasta el fin de los tiempos. Te hacen creer que no eres Uno con Dios; porque si tú llegas a descubrir que realmente eres eso, te conviertes de inmediato en una amenaza para ellos y tu vida peligra. [Estudia la película “La Isla”] [También otras que se llaman: “Enemigo Público”, y “Yo, Robot”, con Will Smith]

Los implantes son promesas, juramentos, votos de pobreza, castidad, obediencia, etc., etc., contratos de todo tipo que hiciste y dejaste inconclusos con amigos, enemigos, familiares, conocidos, desconocidos, hermandades espirituales, asociaciones civiles, militares, religiosas, etc., etc., ya sea en tu presente vida y desde cada una de todas las pasadas. Cuántas veces, en los cientos o miles de años de existencias, no habrás dicho con toda solemnidad lo siguiente, por citar un mero ejemplo: «Juro por mi alma y mi espíritu inmortal que dedicaré toda mi vida al servicio de ¿…? hasta el fin de los tiempos». Y cuántas veces no se escuchó una voz como de trompeta remachando lo antes dicho por ti: «Aunque te escondas en los abismos del océano, aunque vueles por encima de la montaña más alta, aunque estés en el fondo del infierno, yo te buscaré y te recordaré tu juramento» ¡Ups!, suena terrible. Pero así es.

¿Te imaginas lo grave del asunto? Y es que esos juramentos o acuerdos te seguirán siempre como una sombra; no dejarán nunca de afectarte porque te mantienen abierto a reclamos por toda la eternidad. Los que manejan esos controles, hablo de quienes los implantan y a quienes les “debes” algo, tienen acceso a tus áreas energéticas por medio de tus sueños y en tu diario vivir, esa es una de las principales causas de tu interferencia espiritual. ¿Entonces qué? Tus contratos siguen vigentes, ¿qué vas a hacer con ellos? Los dispositivos o implantes de limitación se encuentran todavía en su lugar, muy adentro de tu persona. Ese es uno de los motivos por lo que estás obligado a regresar a la dimensión física en un cuerpo, otro y otro hasta no haber cumplido con tus compromisos, ¿entiendes? Creo que tienes que hacer algo al respecto urgentemente. A mí mismo me impresiona que tengas tanta tarea pendiente y tú como si nada. Pareces un estudiante desobligado al que no le importa reprobar. ¿Te das cuenta?

¿Sabes qué es el miedo? Es una vibración polarizada en forma negativa, una sensación de entender mal la vida y sus propósitos; es un velo de energía compuesto por un campo de pensamientos y sentimientos mortales que se entretejen con tu propia discordia. Ese grueso manto se ha convertido en un muro que separa tu conciencia evolutiva de la llama divina de tu real Ser. Las energías que componen el miedo son el resentimiento, orgullo, prejuicio, gula y codicia, entre otros.

Miedo es incertidumbre y ansiedad que te brotan espontánea e inconscientemente al separarte de tu alma. El miedo es el peor de los implantes de limitación que anidan en tu corazón, ¿qué tal?, y lo asumiste al ignorar las leyes cósmicas y por tu incredulidad. Primero, tu desesperación se generó porque no percibías claramente el plan divino para con tu persona, al suponer equivocadamente que estabas solo en el universo; y en esa disposición de ánimo, de persistente soledad, escasamente te diste cuenta de tu verdadera identidad. Oh Dios, oh Dios.

Tienes miedo a expirar porque piensas que ya no formarás parte de la gran corriente de lo conocido. Estoy en espera de ver hasta cuándo entenderás de una vez por todas que la experiencia del nacimiento, así como el proceso de la muerte física, en nada difieren una de la otra, y que lo que en verdad es ‘vida’ no puede dejar de existir por siempre jamás. Si generas miedo, atraes hacia tu persona la vibración negativa de los demás y te contaminas, ¡Ups! Cada vez que piensas o sientes temor fortaleces la forma misma del terror, porque el magnetismo del miedo está directamente relacionado con el número de veces que la idea es alimentada por tu propia mente. Todos tus pensamientos y sentimientos negativos atraen parásitos y virus energéticos que penetran en tu cuerpo y se alimentan precisamente de esa energía que tú les proporcionas sin darte cuenta.

Cualquier virus que se te manifieste en el cuerpo físico primero lo absorbiste a nivel etérico  (energético). Casi siempre la vulnerabilidad de una región física determina el lugar de entrada del virus y esto mismo aplica con tus emociones y tu mente. Es necesario que sepas que, se manifieste donde se manifieste una enfermedad, el último lugar en el que se va a materializar es en tu cuerpo físico; por tanto, tus pensamientos, sentimientos, lo que comes, lo que bebes, las cosas a las que te expones en forma de ambientes positivos o negativos, etc., terminan influyendo sobre tu cuerpo, no lo olvides.

Lo más difícil de manejar en estos momentos por los implantes que llevas dentro, son tus emociones, pues ellas rigen la mayor parte de lo que expresas y sientes respecto a la motivación de tus acciones. Tus creencias ejercen un decidido impacto sobre tu cuerpo. El primer paso para tu recuperación integral es que comprendas la motivación que hay detrás de tus actos. Cuando entiendas el modo en que tus emociones gobiernan tu comportamiento comprenderás los mecanismos que se disparan en tu físico, en tu mente y tu espíritu.

Al infectarte de energías negativas te desconectas de tus seres queridos y del mundo en general y te vuelves cada vez más huraño, te tortura el pasado y tus miedos crecen pensando que un día arderás en las calderas del infierno, temiendo siempre morir de una forma espantosa por tus acciones, etc., de esa manera, inconscientemente, llevas tu alma torturada hasta un plano conocido como el limbo, en el que yace por eras mientras esperas la venida del salvador que te llevará al cielo, según tú. Bueno, es que eso se te enseñó. Así lo entiendo. Pero tú no tienes la culpa. ¿Quién, entonces?

Como te venía diciendo, los parásitos que traes adheridos a tu cuerpo físico, así como los que andan revoloteando en tu campo energético se alimentan de tus adicciones, de tu forma de pensar y también de actuar. Para muestra basta un botón: En muchas de las incursiones que he hecho al interior de los humanos, energéticamente hablando, he visto actuar un tipo de parásito muy extraño que se especializa en “desmantelar” —más bien a ‘comerse’— los sistemas energéticos internos que tienen que ver con la prosperidad, consciencia superior y amor incondicional, ¿cómo la ves? Por tanto, me urge que aprendas a ver más allá de lo que tus ojos te muestran. ¿O piensas seguir siendo hasta el fin de los tiempos ‘alimento’ de gusanos energéticos? Ya estuvo, ¿no?

Tu plexo solar es el asiento de las emociones, ¿cierto? Pues quiero que sepas que en ese lugar “cocinas” y ofreces una enorme cantidad de energía “comestible”, especialmente cuando tu relación con los demás se torna confusa y entras en conflicto, pasando luego a la frustración y por último al enojo. Cuando albergas parásitos en tu plexo se te hace extremadamente difícil tomar decisiones basadas en tu verdad. Así es como los parásitos afectan tu comportamiento emocional infectado y te vuelves una veleta, un simple trozo de madera en medio de las embravecidas aguas del mar. Las entidades energéticas que están en tu plexo solar provocan que tus adicciones emocionales se salgan de control convirtiéndote en un adicto al sentimiento de la depresión.

La adicción es una cuestión netamente espiritual, y no hay, y no habrá por mucho tiempo, medicamento ‘de marca’ para ello, que no te engañen. Cuando alcanzas un estado avanzado de depresión lo único que deseas es dormir, comes en exceso y abusas de tu cuerpo pero de lo lindo, sin darte cabal cuenta, por supuesto. La “depre” te da porque traes muchas emociones contenidas que no expresas adecuadamente. Déjame darte otro tip, ¿sí? A los parásitos les encanta atacar un espacio energético que está junto a tu corazón para ‘encender’ —poner en actividad— en tu conciencia el miedo a la traición, y para que desconfíes hasta de los que te rodean. ¿Acaso estaré hablando de tu persona? Te lo juro que sí; hablo de ti, de ti, y nada más que de ti.

Las larvas y parásitos astrales te persiguen porque así obtienen alimento para su supervivencia. ¿Sabes por qué están a tu alrededor y son tan obsesivos? Por el manjar tan exquisito que le representan tus pensamientos y emociones. Si padeces de dolores de cabeza, te dan pesadillas, tienes náuseas, sientes piquetes en el cuerpo, o te aparecen moretones sin causas físicas aparentes, es porque hay larvas y parásitos energéticos a tu alrededor. Esos virus ejercen un fuerte impacto sobre tu bienestar físico provocándote diversas alteraciones.

Tu familia, principalmente los niños, están expuestos a los parásitos, porque tu ambiente es el mismo de ellos, no se te olvide; de hecho, todo el plano terrestre está plagado de esas energías negativas. Tienes que hacer algo al respecto, pero con premura. Creo que mejor aquí le paro, no quiero atiborrarte de verdades porque puedo provocar más miedo en tu interior. Ármate de valor y sigue leyendo, por favor; te prometo ser más mesurado de aquí en adelante.

 

EL LIBRO DE BIOQUANTUM

 

Capítulo 4

 

Hipnosis colectiva y autosugestión

 

 

 

En la vida presente no sólo enfocas un alto porcentaje de tu parte consciente en el cuerpo físico, también inviertes otra porción de tu atención en una frecuencia de acontecimientos que en este plano se interpreta como “tiempo”. Sabes lo que sucedió en el pasado por lo que cuenta la historia, por lo que viviste, y por eso das crédito a su existencia; pero desconoces casi en su totalidad lo que sucede con el tiempo futuro. Seguro estoy que en cierto momento tendrás acceso a la ‘historia del futuro’ aquí, en tu propio presente, al modificar algunas de las reglas del juego que aceptaste jugar en este planeta.

 

En otros niveles de realidad ─dimensiones─ las reglas son muy distintas. Por ejemplo, después de la muerte siempre se está bastante abierto a la percepción, y el futuro aparece tan claro como el pasado mismo. Sin embargo, no hay un sólo pasado; eres tú quien acepta como real sólo cierta clase de acontecimientos y por eso acabas menospreciando otros. Tu cuerpo es una manifestación de la realidad que estás viviendo ahora, pero también tienes otras formas en las demás realidades; ya te lo había dicho, ¿lo recuerdas? Insisto que tu “yo” actual es sólo una pequeña porción de tu identidad total. Fíjate que a veces te sincronizas con esos otros flujos de conciencia sin advertir que lo hiciste. ¿Que por qué llegas a coincidir con ellos sin darte cuenta? Pues porque son parte del mismo ‘río de identidad’ por el que todos tus yoes se interconectan.

 

No estás separado de tus otros flujos de conciencia de ninguna manera; lo que ocurre es que tu enfoque es tan reducido que se cierra a ellos, así como a los acontecimientos que les conciernen. Si imaginas tu flujo de conciencia transparente, aprenderás a mirar a través de él los otros planos de realidad. ¿Por qué no lo intentas? La información que te estoy proporcionando servirá para que amplíes la comprensión de lo que se está desplegando en tu conciencia perceptiva, porque va mucho más allá de lo que tu mente analítica puede comprender por sí sola. Únicamente te pido que a medida que leas estas palabras, te abras, para que recibas un conocimiento más profundo en el proceso de enseñanza que estás empezando y que continúe hasta que lo domines en su totalidad.

 

Todo lo que ahora está sucediendo con tu persona, y que afecta para bien o para mal al planeta, tiene un origen misterioso, y probablemente te sea difícil entenderlo. Aunque es tan simple como que cada quien está haciendo lo que vino a hacer, según el plan magistral que cada uno diseñó antes de la presente vida. Así que, todos estamos situados exactamente donde nos corresponde, para contribuir a la rica mezcla de experiencias que se está desarrollando.

 

No existen las malas creaciones; porque cada supuesto mal, forma parte de todo aparente bien. En otras palabras, cada actor es necesario para que se complete la comedia o experiencia de la vida. Cada acontecimiento contiene todos los elementos para su realización y toda la serie de mecanismos está entretejida e interactuando de forma que aún no terminas de comprender con la mente, pero tu corazón siente la verdad de esto, y esta comprensión te permitirá abrirte a un mayor potencial.

 

Yo veo a la mente cósmica como la matriz que contiene todas las cosas que han sido y que serán. Y cada cosa o acontecimiento que surge de ese vacío potencial contiene dentro de sí mismo todos los elementos para su realización. También puedo ver cada acontecimiento como un pensamiento del Creador para y por sí mismo, porque explora con ello todas las posibilidades disponibles que, se me antoja, son siempre infinitas.

 

Sé muy bien que el Creador desea experimentar todas las posibilidades, y consigue hacerlo a través de sus creaciones al ponerlas a interactuar entre sí, ¿Captas la idea? La interacción de la que hablo es la vida en el planeta, y que incluye a las plantas, animales y personas en general. Entonces, la divinidad no juzga sus creaciones como buenas y malas, porque se expresa a través de ellas, y habiéndolo hecho de esa manera, las considera correctas todas. Las creaciones existen para satisfacer el deseo de conocerse el Creador a sí mismo a través de sus propias manifestaciones. Tú mismo eres una expresión del Creador buscando un polo particular de expresión, ¿positivo, quizás? Mientras otros se encuentran en la búsqueda del polo opuesto, y, te aseguro, desde la perspectiva del Creador, aquéllos son tan “buenos” como tú.

 

Todo lo que eres y todo lo que has sido, está dentro de tu plan maestro de vida; y eres el único responsable de tus obras, así como de las decisiones que tomas durante la existencia. Cada una de tus actitudes y pensamientos tienen que ver con el proceso de descubrir quién eres, por qué estás aquí, y a dónde vas. Como eres un aspecto del Creador, le provees al mismo una experiencia particular a través de tu percepción como un aspecto individualizado de éste. Aquello en lo que te contemples a ti mismo en eso se convertirás, pues eres parte del Dios escondido detrás de la máscara de humano que usas. Tu verdadera identidad no es tu cuerpo, éste se creó a partir de lo que tus padres te dieron con su unión carnal; pero no eres tú. Lo que tú eres es algo invisible y no tangible.

 

Tu cuerpo es luz, aunque está vibrando en una frecuencia más lenta que la luz, por eso densificó en materia. Si quieres encontrarte a ti mismo tienes que mirar hacia lo invisible, contemplándote más allá del cuerpo. Observa tus pensamientos y dirige tu conciencia hacia el interior. Deja que fluya libremente tu Ser a través de todos los poros de tu piel. Cuando te conozcas a ti mismo sabrás quién es el que ha creado todos los destinos que has vivido. Toda tu felicidad, así como la infelicidad, son cuestiones de elección propia, y no de terceras personas. Por favor, no le entregues a otros la llave de tu felicidad. Aduéñate de ti mismo; que nadie más sea tu amo. Las órdenes hipnóticas que la sociedad quiere imponer en ti cada día déjalas sin efecto por medio de una ‘contra-orden’ tuya.

 

Al inicio de este capítulo te hablé un poco acerca del tiempo lineal que rige este planeta. Ahora, si me permites, te diré lo siguiente: tanto el pasado, el presente y el futuro, son una mera ilusión que se vive dentro de la tercera dimensión. Ésta región —el plano material— es un marco de tiempo de todo lo que ves, y fue necesaria su creación para poder impulsar la existencia del velo…

 

En realidad se llama el “velo del olvido”; y es una de las reglas del juego que tú conscientemente te sometiste a jugar. Ese famoso velo, por fortuna, sólo existe en este marco lineal; en ningún otro. Más adelante, en otros capítulos, retomaré el candente tema del velo, ¿te parece? En estos momentos prefiero que sepas que, todo lo que existe en el mundo material se ubica precisamente en este espacio-tiempo para que pudieras experimentar la energía de manera finita. Sin embargo, te aclaro que todas las formas físicas habidas y por haber son infinitas; son energía coagulada o cristalizada. En otras palabras, creas tu propio entorno cuando tomas la energía infinita y la transformas en finita a través de tus pensamientos e intención.

 

Por medio de tu prodigiosa mente tienes la invaluable y eterna capacidad de crear todo lo que puedas pensar. El propósito esencial de mi trabajo es ofrecerte enseñanzas para que te beneficies con ellas una vez que las apliques en tu vida. Te comparto esta hermosa información sabiendo que te ayudará a abrir las puertas necesarias que te conducirán hacia una nueva realidad. Hoy en día todo es diferente; y la clave principal de la vida superior es que tú eres un verdadero creador de milagros.

 

Hacer milagros no es exclusivo de los santos. Es simple, mira, sólo tienes que entender que, mi-lagro quiere decir: mi logro. Eso es, ‘tu logro’. Lo que tú decidas hacer, y lo logres, a final de cuentas es un milagro; un logro muy tuyo. En tu interior bullen todas esas habilidades de forma innata, nada más tienes que dejarlas fluir con entera libertad. Fueron las limitaciones y condicionamientos de la vida quienes te hicieron olvidar y te distanciaron de lo realmente creativa y poderosa que es tu esencia. A lo anterior he dado en llamarle “hipnotismo colectivo puro”, y de ninguna manera me equivoco.

 

Aquí mismo pongo a tu disposición el mejor método para que puedas salir de esos estados de trance hipnótico y manifiestes cuanto antes tu nueva realidad. Son pasos muy sencillos que hay que seguir. Lo primero es que sepas qué quieres hacer de tu vida; qué quieres crear. Porque crear es creer, y creer es crear. No permitas caer otra vez dormido de la consciencia por lo que en el pasado se dijo: “ver para creer”, porque a la humanidad le ha hecho mucho daño esa terrible orden hipnótica; yo más bien te propongo lo contrario: “creer para ver”, y con eso rompes el hechizo de aquella expresión antigua.

 

Cree en ti y verás los resultados. No necesitas creer en nadie más que en ti mismo. Toma en cuenta que cualquier cosa en la que decidas invertir tu energía y tus deseos, se convertirá, mágicamente, y más pronto que tarde, en un sendero de vida cargado de especial significado para tu persona. Que desarrolles tu poder de crear es verdadera realización, y forma parte de tu evolución o crecimiento interno, no lo olvides jamás.

 

Los deseos y los sueños llegan hasta ti porque son inherentes a la necesidad que tu Ser tiene de crecer, aventurarse y ser creativo. Un deseo es el ansia que tiene el Ser de experimentar ciertos sentimientos y emociones físicamente. Un “sueño” se produce cuando tus deseos se vuelven tan fuertes que llegan a ser una fuente continua de intención, aspiración y concentración. Todos los deseos son mensajes que recibes del Ser acerca de determinados senderos de desarrollo y exploración. Y eres tú, el Ser encarnado en un cuerpo físico, quien tiene el poder de decidir qué sueños y qué deseos dejas a medias o llevas a feliz término.

 

Uno de los inconvenientes en este tiempo es que, debido a que la energía es una excelente conductora ─y a ti se te hipnotizó para que pensaras de manera controlada, sin plena libertad─, “diseñas” a tontas y a locas tantas opciones de creación a la vez, que no puedes retenerlas todas en tu mente el tiempo necesario. Parte de la programación en tu cerebro es que, muchas de tus ideas deben parecerte demasiado buenas para ser verdad, y por eso te olvidas de ellas con facilidad. Por supuesto que aquellas que pudieron haber sido muy buenas ideas para manifestarse a tu alrededor se van cuando las sueltas, y terminan diluyéndose en el éter que vibra incesante sobre tu cabeza. La recomendación que te hago en estos casos es que seas más selectivo; elige bien lo que deseas manifestar en tu entorno, porque aún no aceptas que tienes la capacidad de hacer muchas cosas a la vez. Eso con el tiempo lo desarrollarás. Por lo pronto concéntrate y haz, de principio a fin, una cosa a la vez… una cosa a la vez.

 

Ah, es muy importante que tomes en cuenta esto: el aspecto creativo del Ser es holográfico, no lingüístico; éste responde y funciona mucho mejor con una insinuación visual que con las demás formas como el lenguaje verbal, etc. Tu papel en estos precisos momentos consiste en que seas capaz de hacer uso de lo que se te ofrece desde los reinos energéticos en respuesta a los deseos que tienes momento a momento; los que estás teniendo ahora mismo y también los que tendrás.

 

Abre un archivo en tu mente y empieza a planificar el modo en que quieres que se manifieste tu sueño, de esta manera comenzarás a crear bases o estructuras sobre las que concretarás tus ideas. Muchos de tus sueños (deseos) fracasan en la última etapa porque de repente pierdes el interés, ¿te has dado cuenta?; te desilusionas, te desenfocas y comienzas a soñar otra cosa, iniciando por consiguiente un nuevo ciclo de manifestación. Los ingredientes secretos para que puedas crear a plenitud son la diversión y la gratitud. Disfruta al máximo lo que estés haciendo; experimenta todo el placer que puedas y genera una hermosa sensación de logro con cada pensamiento que tengas para que este se concrete rápido y bien. No olvides que la diversión y la gratitud te asegurarán el éxito.

 

Tu mente por desgracia se mueve casi siempre en el campo de lo conocido, y yo te digo que mientras te manejes dentro de ese reducido espacio, jamás podrás experimentar lo desconocido. ¿Y qué es lo desconocido? ¡Lo desconocido es la verdad!, nada más y nada menos que la ‘Verdad’. Aquello que es conocido no es exactamente lo real. Ciertamente es una verdad, pero virtual o limitada. La verdad no es una recompensa, es una finalidad. Para que surja frente a ti la verdad, debes desarrollar en su totalidad la percepción. Tienes que percibir, sí, pero sin juzgar y sin optar; se trata de que te des cuenta cabal de tus actos, de todos tus pensamientos y de tus respuestas relativas sin condenación, sin identificarte ni negar, para que tu mente empiece a comprender todo pensamiento y toda acción sin juicio alguno.

 

Sería infructuoso que buscaras la Verdad sin ser perceptivo en el presente inmediato, en el Aquí y Ahora. Para que comprendas la realidad debes conocerla directamente. Empieza por descubrir el valor de tus ideas, de tus relaciones y de las cosas con las cuales te ocupas. Para que un día llegues lejos tienes que empezar primero desde lo más cerca, esa es una máxima de todos los tiempos. Jamás conocerás la verdad si tu mente se halla confusa, condicionada o limitada. No caigas en especulaciones porque a nada bueno te conducirán. Hace poco tiempo me puse a cuantificar y descubrí que el mundo ’conocido’ no pasa de ser el 5% de lo que hay en el universo infinito, por tanto, si no has ido más allá de los límites del planeta en que vives, y no has visitado conscientemente las dimensiones invisibles, te falta por conocer la exorbitante cantidad del 95 restante, ¿cómo la ves?

 

Cuando lleves información de calidad a tu conciencia sanarás la enfermedad de la ignorancia. ¿Sabías que quienes padecieron alguna enfermedad grave han podido conectarse más rápido con su Ser, mientras que otros tantos perdieron esa habilidad precisamente cuando se creyeron adultos? El hermoso sentido de sorprenderte y maravillarte que tenías cuando eras pequeño fue desplazado por la preocupación de cómo te ves, si estás ganando lo suficiente, qué opinan de ti los vecinos, etc., etc., porque ahora te crees ya ‘mayor’ y temes hacer el ridículo; qué feo está eso, así demuestras que no vives para ti mismo, sino para los demás.

 

Espero que no te dejes llevar (controlar) por las circunstancias y lo que dicta la sociedad en que te desenvuelves; lucha mejor por encontrar la hermosa libertad de vivir. Empieza valorando tu presente y experimenta cada momento como el más hermoso de cada día. Te recomiendo que dediques más tiempo a las personas y a las cosas que amas y menos a aquello que no te brinda felicidad. Ya no tienes más tiempo para seguirlo perdiendo, ahora debes ponerte a trabajar seriamente en ti mismo; has rebasado el punto matemático del ‘no retorno’ y la disyuntiva que se te presenta es seguir adelante o seguir adelante, no hay más.

 

Si piensas en un inmenso mar, tendrás un modelo ideal para lo que estoy diciendo. En su superficie, por ejemplo, encontrarás las aguas agitadas por la acción del viento, a veces calmo, a veces tempestuoso. Lo mismo sucede en el entorno de tu vida cotidiana: cambiante e impredecible, que puede ir de la plácida calma a diversos grados de inestabilidad, tensión y crisis total. Si bajaras a lo profundo del océano, descubrirías una completa ausencia de turbulencia y un relajante silencio. Por eso, si te apartas del mundo ordinario, y te sumerges en tu propio interior, ya sabrás lo que te espera. Dentro de tu corazón encontrarás una grata presencia de poder y una profunda y tranquilizante sensación de liberación. Hazlo, no te quedes con las ganas. Tienes que ir de las palabras a los hechos. ¡Adelante!

 

Tu tarea en todo esto es prepararte para recibir los cambios con tanta gracia y serenidad como puedas. Si tomas las cosas con intransigencia, sólo agravarás la situación y aumentarás el malestar mismo. ¿Sabes cuál es tu trabajo en este mundo y en este momento? Crear el puente energético que te conduzca hasta el lugar de tu origen verdadero. Tu Ser ‘encendido’ se convertirá en una potente luz, cual faro que ilumine tu propio camino y el de muchos otros que te seguirán. Podría parecerte en cierto momento que no estás haciendo nada de provecho, pero si prestas atención a tu transformación reconocerás que estás transmitiendo una “señal” diferente de aquellos a tu alrededor que todavía siguen ciegamente los caminos de la vida hipnótica colectiva.

 

Desde ahora estás encarnando la luz superior. Posiblemente experimentes ciertas incomodidades a medida que tus antiguos apegos y condicionantes que no estaban en armonía con tu Ser sean depurados de tu memoria celular y de las circunstancias de tu diario vivir. Creo que este es un buen tiempo para que vayas simplificando tu vida. Si hay caos y desorden a tu alrededor, qué tal si te deshaces de una vez por todas de ese desbarajuste que traes. Dile adiós a todas las cosas que ya no te sirvan, con agradecimiento por lo que un día representaron, energéticamente hablando. Mide tu capacidad de deshacerte de todo lo que ya no tiene más valor para ti. Verás cuánta paz eso traerá para tus adentros. Renuévate sacando toda la basura física que sólo te ata al pasado como meros recuerdos.

 

Día con día seguirás cambiando, y tus gustos e intereses también se transformarán. Quizás con el tiempo te sientas atraído hacia algo y poco después lo des por terminado; sin reproches. Acepta el proceso y muévete suavemente a través de él, tratando ligeramente esas cosas que se presentan en tu vida. No te tomes las cosas tan a pecho como antes lo hacías. A partir de ahora nada será igual. Estás cambiando constantemente, y a medida que las cosas mejoren te harás experto en deslizarte sobre la gran ola del cambio.

 

Conforme avances dentro del tiempo, gradualmente dejarás de preocuparte acerca de dónde vas y cuánto has recorrido. Muy pronto descubrirás la fuerza de resistencia que se oponía a tus buenos deseos, y también poco a poco tus apegos a las cosas vanas irán desapareciendo. Deja a todos que hagan lo suyo por sí solos. Si los demás están muy identificados con su forma de ser, permíteles seguir de esa manera. Ellos también recibirán lo que es perfecto para sí mismos. Este es un trabajo individual basado en el amor y el respeto porque cada quien elige lo que cree conveniente. Tú responsabilízate por tus propias elecciones y deja a los demás que tengan el mismo privilegio.

 

Cuando te descubras ensimismado, en medio de un monólogo que no te conduce a nada bueno, interrumpe tu charla interna diciendo en voz alta, “Eso era entonces. Ahora es esto”. ¡Y vuelve de inmediato al presente!, siendo capaz de elegir algo más pero en el momento presente. Cuando dices la palabra “ahora,” traes tu atención al presente. Di “ahora” en voz alta, ahora mismo. Siente el ahora. ¿Qué está pasando realmente ahora? No lo que pasó antes, no lo que podría pasar después. ¿Qué está pasando realmente ahora? ¿Ves cómo tienes el mal hábito de ausentarte? Cultiva la práctica de vivir en el ahora haciéndote consciente del lugar, la fecha y la hora en que estás vibrando. Vive cada momento como el único que existe. El ahora es el lugar ideal en el que puedes crear o elegir algo. El ahora es todo lo que realmente tienes.

 

Al decir la palabra “momento,” será conveniente definir lo que te quiero decir. Un momento es un evento que surge de la matriz de la Mente Infinita. Contiene todo dentro de sí para su natural cumplimiento y realización. No está medido en horas, minutos ni segundos. Es una unidad de experiencia que puede ser muy corta o muy larga, según la percepción que tengas. Tú puedes sentir cuando un momento empieza, y por supuesto también puedes sentir cuando termina. Cada momento tiene un principio, un intermedio y una conclusión; al igual que un libro, como éste que tienes ahora en tus manos.

 

A mí siempre me ha quedado claro que la Creación se diseñó para reflejar la capacidad del Creador mismo. Quien creó, es la fuente de la fuerza vital, el principio ordenador que actúa sobre la matriz de la mente universal y es lo que a su vez le da forma a todo lo creado. Por desgracia, el diseño original del ser humano fue manipulado en un pasado remoto y se te ha dado a ti, precisamente, la bendita tarea de recuperar todo lo perdido y regresarlo a su estado primordial. En este punto del tiempo también es de relevante importancia restaurar la biodiversidad del planeta con sus infinitas formas de vida.

 

Pero, ¿qué es lo que ha cambiado?, te preguntarás. Para empezar: tus hélices del ADN, que son las que contienen los códigos que hacen funcionar todos tus procesos corporales; por tanto, debes restaurarlas cuanto antes y elevarlas a su antigua frecuencia. También tienes que eliminar de tu sistema autónomo las formas de pensar entrópicas de separación que fueron instaladas en tu interior y que te afectan sobremanera. Por ningún motivo debes pasar por alto cambiar los implantes de limitación o patrones alojados en tu memoria celular, los cuales provocan las enfermedades y la muerte. Así que, cuando restaures todas esas porciones de ADN que un mal día quedaron desconectadas y sin actividad alguna, traerás como consecuencia el despertar de tu conciencia. La “desconexión” es lo que te mantiene sometido hasta ahora en el trance hipnótico del que te he venido hablando.

 

Si pudieras ver tu cuerpo de luz emitiendo impulsos eléctricos por medio de delicadas fibras que te interconectan hasta tu Fuente misma, de seguro no pararías de trabajar hasta lograr el trabajo de regresar a tu punto de partida original. Para que puedas restaurar tus canales de energía, pongo a tu alcance el producto de mis investigaciones en las dimensiones superiores. Apoyándote en esta información tendrás la oportunidad única de estimular tu conciencia para que despierte de una vez por todas. Al final sé que serás capaz de desprender de tu persona ─y lo que te rodea─ cualquier cosa que no esté en resonancia con el proyecto inicial por el que fuiste creado. ¿A qué te suena la invitación? Aunque, te quiero compartir algo: estudiando profundamente la psicología humana, me he dado cuenta que la mayoría tiene problemas al querer interpretar la información que recibe de parte de terceros… ¿Será el lenguaje el problema? ¿O será que todos tienen información previa en su bagaje intelectual y esto mismo hace que se dispare un absurdo proceso mental que ‘filtra’ todas las palabras que escucha?

 

Verás, en toda comunicación, el Ser procesa un flujo de energía el cual pasa a través del cerebro; por medio de un complicado mecanismo éste origina un pensamiento, que es traducido enseguida a palabras; luego la boca las emite y se convierten nuevamente en imágenes holográficas (pensamientos) cuando la mente de nuestro interlocutor capta con sus oídos los sonidos guturales. El detalle es que todos interpretarán de manera distinta lo que oyeron. Ahora, para que un día el humano pueda generar una comunicación por medio de transmisión de imágenes tendrá que esperar a que su cerebro esté debidamente preparado para tal efecto. ¿Cómo? Elevando primeramente la frecuencia del cuerpo; y una vez que se sube la vibración del cuerpo, el cerebro se traslada a una frecuencia más alta y la energía y voluntad fluyen con intensidad por dentro y por fuera de la persona.

 

Cuando alguien se concentre en algo ─imaginándolo nítidamente en su cerebro, con lujo de detalles─ podrá enviarlo sin interferencia y sin escalas a la mente receptora de otro y entablarán una comunicación sin palabras. De la misma manera si tú te concentras en algo, visualizándolo en tu mente, y le suministras la dosis exacta de emoción, manifestarás de inmediato tu pensamiento en una acción, cosa o circunstancia a tu alrededor. A eso se le llama “física cuántica”. Por tanto, te pido encarecidamente que entiendas que debidamente enfocada tu conciencia, y, sumándole la intención debida, crearás una nueva realidad.

 

La energía es la ‘servidora’ de los pensamientos. El pensamiento, la energía y la emoción juntos colapsan el mundo subatómico en una realidad de partículas creando campos magnéticos que atraen hacia ti lo que deseas. Pero si tú dices: «no puedo, es muy difícil, voy a fracasar, es que no tengo»... Por supuesto que eso es lo que conseguirás. Hasta en esos casos aplica la física cuántica, ¿por qué no? Lo más sorprendente es que tú mismo creas tus propios obstáculos en la vida y no te das cuenta. ¿Te ha quedado claro?

 

El principal conflicto de casi todos los humanos es que están hipnotizados y viven presa del olvido, la amnesia y la ignorancia acerca de su origen y su destino. Tú, como viajero cósmico, te identificaste tanto con el plano de existencia físico que ahora rechazas tu principio divino. Te has convertido en un extraño para ti mismo y buscas el sentido de la vida de manera externa. Al hacer eso estás alejándote de cualquier posibilidad de liberación. Por eso te pregunto: ¿Cómo puedes hacer entender a una persona hipnotizada que está en trance? ¿Cómo? Y ese eres tú.

 

Lo que se vuelve una situación indeseable es que permanezcas en ese estado de ignorancia y negación de tu naturaleza y destino verdaderos. A veces pienso en lo absurdo que se torna discutir acerca de tus limitaciones, cuando tú mismo eres quien las ha creado. A eso le llamo “autosugestión”. Tu propio destino es tu vida. Tienes que ver ─ya despierto de la conciencia─ lo que creaste; a lo que estabas adherido emocionalmente. Tienes que adueñarte de esa emoción, y seguir adelante creando nuevos paradigmas. El sendero hacia la iluminación es el viaje de la evolución, aquel que te llevará de regreso al punto de partida original. Cuando lleves a cabo esa tarea, cumplirás el mandato por el que pediste venir a la Tierra a hacer tu ‘maestría’ de vida.

 

¿Por qué no sabes quién eres, de dónde vienes y por qué y para qué estás aquí? Simplemente porque no te has quedado en paz el tiempo suficiente para descubrir lo que hay adentro de ti. Verás, cuando llegas aquí, no tienes memoria, puesto que estás atrapado en la personalidad que pertenece al cuerpo de ahora. Lo único que tienes que hacer es volver tus ojos hacia dentro para encontrar todas las respuestas a los misterios que embargan tus sentidos.

 

Cuando tienes un deseo fuerte, tu alma, conciencia o Ser cambia la programación de las células aumentando la frecuencia vibratoria en ellas. Pero has de saber que eso sucede sólo estando en completa paz. Si tratas arduamente de ser algo, lo único que consigues es ser muy arduo; por el esfuerzo que estás expulsando. Jamás pierdas de vista un ideal ni olvides la sensación de aquellos momentos cuando te encuentres al interior de ti mismo o fuera de tu cuerpo.

 

Tu espíritu es grande cuando eres niño; está por todas partes. Pero a medida que empiezas a formarte opiniones sobre el mundo, se vuelve más y más pequeño porque lo estás utilizando para crear. Estás aquí para crecer en conocimiento y hacer de él una verdad. Estás aquí para vivir, no para tenerle miedo a la vida. Estás aquí para utilizar tu cerebro en la creación de pensamientos y conquistar tu ignorancia. Tienes que ser superior a tu cuerpo y a tus prejuicios, y ser más grande que tus carencias. Cada día de tu vida ha sido aquello que se llama el producto de la manera como has pensado. Olvidaste tu divinidad y quedaste atrapado en tu cuerpo físico, tu yo material. ¿Qué importancia reviste que vivas dentro de ese cuerpo? ¿Por qué sigues atrapado en él? Y cuando puedas salir de él, ¿cómo evitarás volver a quedar sujeto a sus limitaciones? Porque de seguro tendrás ese cuerpo hasta que hayas desarrollado tus capacidades espirituales más allá del mero nivel físico, ¿o tú qué crees?

 

¿Qué es tu ADN? ¿Cómo sabe él la manera de crearte? ¿Quién es responsable de su organización? Porque cada pensamiento que has tenido, cada temor que has experimentado, cada deseo, traición, sentimiento, gozo, y cada momento de tu vida, es una emoción que ha dejado huella en tu ADN. Recuerda que es la emoción misma la que cambia la espiral del ADN. Quien es débil de espíritu está supeditado a ese destino. La genética del cuerpo se alimenta de la espiritualidad. Cuando vuelves a tomar nuevamente un cuerpo lo único que tienes para que te enseñe es el medio ambiente y la necesidad de sobrevivir. Ah, sí, pero también la única limitación que tienes para experimentar las cosas radica en la capacidad que tengas de imaginarlas. El Ser te impulsa siempre para que evoluciones y te expandas en ti mismo; esa es la verdadera intención de que hagas conocido lo desconocido.

 

Que vivas como el  Ser que eres para que crezcas y te fundas contigo mismo, ocurrirá cuando se cristalice en experiencia viva la filosofía que te entrego por medio de esta enseñanza; y también cuando comprendas a plenitud y en conciencia que eres una excelsa entidad energética y material que está creando de instante en instante su destino, afectando enormemente la realidad actual con las decisiones que tomas. En palabras más simples, puedo ver que la vida pone frente a ti un sinnúmero de opciones y a final de cuentas eres tú quien resuelve lo que más le conviene.

 

Si no tienes experiencias conscientes fuera del cuerpo en tu ajetreada vida es porque has creído que de ninguna manera se puede abandonar el cuerpo. Si supieras, ese tipo de experiencias te familiarizarían mucho con la comprensión de las circunstancias que vas a encontrar después de la muerte. Recuerda que en cierta manera tu existencia física es el resultado de una sugestión hipnótica que alguien más ha ejercido en ti y, para colmo, día a día practicas en tu persona la auto sugestión porque al despertar te sigues creyendo como verdad algo que puede ser vana ilusión.

 

Mientras estás supuestamente “despierto” tienes alucinaciones y no te das cuenta que lo son. Ese mismo tipo de visiones o intensas autosugestiones simbólicas te ocurren también en tus estados normales de sueño. Todos esos acontecimientos psíquicos y psicológicos tan significativos, dotados por supuesto de una gran carga, te sucederán antes, durante y después de la muerte por tu estado de inconsciencia cotidiano. No me gustaría saber que después de muerto siguieras sometido a la misma ‘organización’ que conociste en el mundo de los vivos. ¡Despierta ya!

 

En planos superiores la comunicación se da por medio de imágenes térmicas electromagnéticas, y cada una de estas es capaz de trasmitir el significado de mil palabras en una sola secuencia. La intensidad de la comunicación depende de la emoción que la produce. En aquellas dimensiones se tienen experiencias emocionales intensas, son menos limitadas y mucho más amplias. Se es más libre de poder sentir y experimentar porque no se tiene tanto miedo de ser inundados por los sentimientos físicos. El trabajo, desarrollo y experiencia tienen lugar dentro de cada momento. Allí da frutos incluso hasta el más pequeño de los pensamientos; se explora la más mínima posibilidad, se examinan concienzudamente las probabilidades y se consideran todos los sentimientos sin tener en cuenta la intensidad.

 

Tú tienes sentidos superiores que hasta cierto punto utilizas, aunque físicamente no seas consciente de hacerlo. En otras dimensiones los usas con bastante libertad. Cuando logres percibir otros entornos diferentes al que transcurre la existencia verás una situación sin camuflaje en la que los acontecimientos y las formas son libres y no estarías atascado en este molde de tiempo que conoces. Por ejemplo, verías tu habitación no sólo como un conglomerado de algo que parece el mobiliario, sino que podrías constatar la incesante danza de las moléculas y demás partículas que componen todos los objetos…

 

Si te concentras, verás un brillo fosforescente que no es más que la estructura electromagnética compuesta por moléculas. Si lo deseas, puedes condensar tu conciencia hasta hacerla lo suficientemente pequeña para viajar dentro de una partícula subatómica y, desde ese mundo electrónico, que contemples el ‘universo’ de tu cuarto como una gigantesca galaxia con formas semejantes a las estrellas que se interrelacionan y están siempre en movimiento. Si tu entorno aparece desorganizado ante tus ojos, es que no comprendes la verdadera naturaleza del orden más allá de lo físico material.

 

En las dimensiones superiores se puede controlar el uso total de la energía, porque no se desperdicia en conflictos como aquí. No se disipa, más bien se utiliza para aquellos propósitos únicos que son parte básica de la experiencia psicológica. Todo Ser total o personalidad multidimensional tiene sus propias metas, misiones y esfuerzos creativos que determinan aquellas cualidades que lo hacen válido y lo motivan a buscar eternamente.

 

Quiero cerrar este capítulo resaltando lo que sigue: el espacio tal y como lo percibes, no existe. La ilusión del tiempo y el espacio no sólo está causada por tus mecanismos físicos de percepción, sino también por los patrones mentales que has aceptado, patrones que adopta la conciencia en tu sistema cuando alcanzas cierto grado de entendimiento. Cuando estás dentro de la forma física, tu mente no está en blanco, en espera de las inscripciones que la experiencia ha almacenado en ella, sino que viene equipada con un banco de memoria que sobrepasan en mucho a cualquier ordenador (PC) de nuestros días.

 

Desde que encarnas en el planeta, posees habilidades y capacidades ya establecidas que pueden ser usadas o no, y que no son meramente el resultado de una herencia, como pudiste haberlo creído siempre. Puedes imaginar a tus Ser como una computadora viviente, consciente y dotado de inspiración divina que programa sus propias existencias y tiempos de vida. Pero esta computadora está dotada de una creatividad tal que todas las personalidades que programa brotan a la conciencia y crean a su vez realidades que ni siquiera el propio ordenador podría soñar. Toda personalidad tiene la capacidad no sólo de alcanzar un nuevo tipo de existencia en su entorno, sino de aumentar creativamente la calidad de su propia conciencia y, de ese modo, abrirse camino a través de ese sistema especializado rompiendo las barreras de la realidad a medida que la conoce.

 

Mi deseo más fuerte es que veas que tu entorno no es real, en el sentido que piensas que lo es. Cuando naces estás ya condicionado para percibir la realidad de un modo particular y para interpretar esa experiencia de una manera muy limitada, aunque también muy intensa. Cuando reflexionas en el propósito de la existencia, lo haces con respecto a tu vida diaria de vigilia. Pero también cumples el propósito de las otras dimensiones del sueño. Estás entonces en comunicación con otras porciones de tu identidad, y el trabajo y esfuerzos realizados en ellas son tan válidos como lo que haces en tu estado de vigilia.

 

Quizás puedes captar intuitivamente lo que digo, ya que es comprendido que ves la existencia a través de unos lentes que distorsionan tu visión. La experiencia tridimensional es un valiosísimo lugar de entrenamiento. La personalidad que conoces ahora perseverará sin duda, y también tus recuerdos, pero sólo es una parte de tu identidad total, al igual que la infancia de esta vida es una parte importante de tu personalidad actual, aunque ahora seas mucho más que un niño.

 

Finalmente la ciencia está aceptando que la mente puede influir sobre la materia. Aunque falta que descubran el hecho de que la mente crea y da forma a la materia. En lo que son peras o son manzanas, tu cuerpo no es un simple maniquí en el que estás apresado. Tu entorno corporal personal es la materialización de tus pensamientos, emociones e interpretaciones. Tú haces crecer a tu cuerpo de tal modo que su condición refleja en todo momento tu estado subjetivo. Usando átomos y moléculas construyes tu cuerpo y con esos elementos básicos configuras una forma que llamas propia.

 

Actúas como un transformador, y de manera inconsciente y automática conviertes unidades electromagnéticas altamente especializadas en objetos físicos. Básicamente todos estamos hechos de los mismos ingredientes que una silla, una piedra, las ramas de un árbol o un pájaro. Todas las conciencias se unen en una labor cooperativa gigantesca para crear las formas que percibes. Dado que en planos superiores se conoce eso, se puede cambiar el entorno y la forma física sin confusión alguna, ya que se percibe la realidad de manera distinta.

 

Tu cuerpo no sólo se renueva completamente cada siete años, sino que también lo hace constantemente con cada respiración. Los átomos y moléculas que componen la carne mueren constantemente y luego son reemplazados. Las hormonas están en estado constante de alteración y movimiento. Las propiedades electromagnéticas de la piel y las células cambian continuamente; incluso se invierten a sí mismas. La materia física que componía tu cuerpo hace un momento es significativamente diferente de la materia que lo forma en este instante.

 

El pensamiento de hace un momento se desvanece enseguida. Sólo estás tratando de mantener un ser físico, subjetivo, constante y relativamente permanente, para así poder mantener un entorno supuestamente constante y aparentemente permanente. Eso te permite ponerte siempre en la posición de hacer caso omiso a esos cambios. Eso que no quieres reconocer es precisamente lo que tendría una mayor comprensión de la verdadera naturaleza de la realidad, de la subjetividad individual y del entorno físico que aparentemente te rodea.

 

¿Quieres seguir permitiendo en tu persona la hipnosis colectiva? ¿Quieres parar el trance auto sugestivo al que te sometes todos los días? ¿Dejarás que la sociedad te dicte las pautas a seguir? ¿O quieres sentir la libertad plena de ser el dueño de tus propios procesos de pensamiento? Deja de pensar que eres un inepto y que no sabes cómo hacer las cosas correctamente. Creo que tienes mucha tarea por delante. Y eso que apenas estamos empezando… ¡Imagínate!

 

 

 

EL LIBRO DE BIOQUANTUM

 

Capítulo 3

 

La vida, los sueños y la muerte

 

 

 

La vida es un constante estado de transformación, y la muerte, por supuesto, forma parte también de ese proceso tan natural. Tú piensas que te conoces a sí mismo; pero de seguro no te das cuenta que a niveles internos las moléculas y partículas atómicas que componen tu cuerpo aparecen y desaparecen de vez en vez. En otras palabras, mientras vives, algunas “luces” en tu interior se apagan y otras se prenden de manera incesante. Vida y muerte, muerte y vida a la vez.

 

Porciones infinitesimales de tu imagen corporal se desmigajan momento a momento para ser remplazadas enseguida, y tú ni siquiera le dedicas un pensamiento a ese sorprendente hecho. Deberías considerarte afortunado de seguir aquí, vivito y coleando, a pesar de las numerosas muertes y renacimientos que ocurren en el físico durante toda tu vida.

 

Si tus células no murieran, y no fueran remplazadas, tu imagen física no podría seguir existiendo, así que, en tu actual existencia, tu conciencia también “parpadea” alrededor de tu envoltura física siempre cambiante. Hay ritmos dentro de los cuales ocurren una infinidad de variaciones semejantes a una integración y desintegración cósmica-espacial y tú también formas parte de ellos. Lo que tú llamarías muerte, no es más que una duración más larga o continuada de esa pulsación de la que no eres plenamente consciente. La muerte del tejido físico es una parte del proceso de vida como la conoces; es un segmento de la constante transformación, y siempre nueva vida brotará enseguida.

 

En tu situación presente consideras arbitrariamente que dependes de una imagen física dada; o sea que te identificas mucho con tu cuerpo. Como te dije hace unos instantes, partes de ese cuerpo mueren a lo largo de tu vida, y el cuerpo que tienes ahora no contiene una sola partícula de materia de las que tenías hace diez años, por ejemplo. Ahora eres diferente a como eras hace tiempo. El cuerpo que tenías hace quince o veinte años está “muerto”. Sin embargo, no cabe duda que no estás muerto y eres capaz de leer este libro con esos ojos que están llenos de materia viva. ¿Entiendes?

 

Ese proceso de transformación al que me refiero, es tan suave, que no te das cuenta que sucede realmente. Las pulsaciones cortas las pasas por alto, pero tu percepción física no es capaz de salvar el vacío cuando ocurre el ritmo de pulsación más largo. Y es ese tiempo, precisamente, el que percibes y has dado en llamar como “muerte”. Es necesario que conozcas lo que pasa cuando el Ser se separa del cuerpo y no tiene una imagen más que ponerse. ¿Quieres?

 

Ésta que estás viviendo no es la única existencia que has tenido ni tendrás. Otra vez te digo que sólo usas los cuerpos como prenda de vestir en cada flujo de espacio-tiempo. En el pasado has usado muchos otros. ¿Por qué no lo recuerdas? Porque no tienes la conciencia despierta. En tu vida anterior no avanzaste más de lo que has conquistado en ésta. Lo único que utilizaste fue el cerebro de aquel entonces y sólo te interesaste por el cuerpo físico otra vez. El detalle es que aquellos cuerpos perecieron junto con su respectivo cerebro, y no recuerdas nada porque ya no están contigo y en ti ahora. También se debe a que supones que lo único que puedes recordar es la presente vida, y olvidas la mayor parte de los días porque no los sabes “vivir” en realidad.

 

Al morir, tu cuerpo se irá a la tumba, lo sabes perfectamente; también entiendes que con el paso del tiempo se consumirá. El traje o cuerpo físico en polvo se convertirá, pero tu Ser muy vivo seguirá. El problema es que volverás a nacer y no vas a recordar lo que hoy estás viviendo porque tu cerebro del futuro no está aquí presente, aunque tu espíritu sí. ¿Qué será entonces lo que debes hacer?

 

Tus ‘creencias’ en relación a la muerte son las que cambian en gran medida esa experiencia, ya que todo lo interpretas de acuerdo a los conocimientos adquiridos, al igual que en estos momentos interpretas la vida según lo que crees que es o no posible. El Ser es capaz de abandonar el cuerpo en forma lenta o rápida dependiendo de muchas variantes. Por ejemplo: puede ser tan grande el pánico que tengan algunas personas a la muerte, que  en un momento dado queden en estado de coma, y vaya que eso sucede muy a menudo, ¿verdad?

 

Por otro lado, quiero que entiendas que siempre que duermes y entras a un sueño profundo, tu Ser abandona el sistema motor que lo contiene, o sea, el cuerpo físico. Y aunque normalmente lo hace por períodos de tiempo cortos, a veces podrían ser demasiado largos. Cualquiera podría llegar a pensar que estás muerto, o por lo menos “en coma”, si sales del cuerpo para hacer una visita a otras dimensiones y en ese viaje te tomas uno ó dos días del tiempo de la Tierra, ¿o tú qué crees? Todavía no entiendo por qué se le debe tener tanto miedo a morir si todas las noches durante el sueño se experimenta, aunque sea en una pequeña modalidad, el mismo proceso que se da en la muerte de verdad.

 

Quienes en vida no hayan tenido mucho miedo de enfrentar la muerte, al dejar el cuerpo reconocen pronto su nueva situación y, resignados, se alejan de allí sin hacer aspavientos. Pero los que toda su vida estuvieron súper ‘dormidos’ de la conciencia, al desencarnar ni siquiera se dan cuenta que ellos son los muertos. Bien se pueden pasar horas analizando su propio cadáver, y hasta se admiran por el gran parecido que tienen con el difunto. ¿Te das cuenta a lo que conduce la ignorancia respecto a estos temas?

 

¿Sabes qué sucede después que alguien muere? Normalmente se ponen a recapitular partes de la vida que acaban de tener. Luego entran en un pequeño período de rendimiento de cuentas donde examinan meticulosamente su nueva situación. Escrutan sus capacidades, estudian sus puntos débiles y ven dónde tuvieron más fallas, tomando nota de cada una de ellas. Enseguida deciden si se toman unas merecidas vacaciones o vuelven pronto a la existencia física para corregir los detalles que les hayan quedado pendientes.

 

Así como lo fueron en vida, siguen siendo de vital importancia toda clase de emociones que el fallecido tenga, por eso, ayuda mucho que esté una comitiva de antiguos familiares y amigos esperándole en el más allá. En caso que sus conocidos ya estén nuevamente encarnados, o hayan pasado a otros estados de conciencia, su maestro guía es quien toma el papel de alguno de aquéllos para que éste no se sienta solo, triste y abandonado.

 

Por supuesto que no todos viven la misma realidad una vez que llegan a formar parte del mundo de los muertos. La experiencia de cada quien es distinta. Verás, para los que estuvieron enfocados únicamente en la parte física, y que por desgracia padecieron muchas enfermedades, se envía a éstos a hospitales donde se les da el tratamiento adecuado. ¿Te preguntas por qué?, porque yo también me lo preguntaba. Hasta parece increíble que después de extintos muchos de esos enfermos sigan proyectando las mismas dolencias que tuvieron en vida. Por esa razón se les somete de inmediato a procesos de rehabilitación, pero de tipo psicológico, más bien, para hacerles entender que las creencias tan acendradas traídas del otro plano son las que ocasionan los malestares en su “cuerpo” ahora.

 

Puede que después de la muerte haya quien se niegue a creer que está difunto, y continúa éste enfocando su energía emocional en aquello que conocía en vida. Si alguien estaba obsesionado con un proyecto en particular, seguro tratará de llevarlo a feliz término. Por fortuna en ese plano siempre estará su guía personal para ayudarle a entender la nueva situación, aunque puede ocurrir que esté tan absorto en su “trabajo” que no le preste la más mínima atención. En no pocas ocasiones los muertos hasta se quejan de las supuestas intromisiones del guía, y aducen que sólo obstaculizan su avance.

 

Quien haya estado muy identificado en vida con su imagen corporal, al morir puede que no entienda el verdadero significado de su nueva experiencia, y hasta puede intentar meterse al cuerpo otra vez, sin darse cuenta que ya está bien frío, porque es cadáver. Si lograra su cometido, resulta que al tratar de reactivar los mecanismos físicos se va a dar cuenta de las condiciones en que está su cuerpo, y por lo menos se pegará un susto del cual no se va a olvidar jamás.

 

Algunos lloran desconsolados sobre sus despojos, si es que tuvieron un accidente y quedaron desmembrados, sin darse cuenta que en esa otra realidad están “completos”. Quienes hayan odiado su cuerpo descubrirán después del deceso que están muy apegados a él. Caso contrario, como te decía, los que  no se hayan identificado mucho con la imagen del cuerpo verán que les es más fácil aceptar su nueva situación y alejarse tranquilamente del mismo.

 

Todas estas circunstancias pueden ocurrir o no dependiendo del individuo del que se trate. Sin embargo, inmediatamente después de abandonar el cuerpo físico, todos se encontrarán dentro de otro “cuerpo”, el cual tiene la misma forma que utilizó durante los viajes conscientes fuera de él. Esa forma parecerá sólida y física, pero no puede ser vista por quienes continúan vivos. Con la ayuda de ese “cuerpo” se pueden hacer todas las cosas que se hacían en sueños como volar, traspasar objetos sólidos, o trasladarse según sus deseos para viajar de un lugar a otro a medida que se está pensando en ello. Aquí quiero destacar algo muy importante: quienes pueden percibir a los desencarnados, normalmente son personas de buen corazón; y ellos siempre se preguntarán por qué ellos y no los familiares directos son los que debieran percibir a sus propios muertos…

 

Si después de la muerte alguien se imagina a sí mismo como niño, adquirirá inmediatamente la forma del pequeño que fue. Durante cierto período de tiempo va a poder manipular las formas y tomará cualquier apariencia experimentada mientras tenía conexión con la imagen física. Quien haya muerto, por ejemplo, a los noventa años, y quiere percibirse con la galanura que tuvo a los treinta, así será. De hecho, la mayoría casi siempre escoge la imagen que tenía en el momento que alcanzó su máximo desarrollo emocional sin tomar en cuenta la edad. En tratándose de las comunicaciones para con los vivos, se adopta la forma que se tenía precisamente cuando se mantuvo relación con quien uno se conecta.

 

Tal y como llevas un récord de la vida en estado consciente o de vigilia, y esa memoria le da sentido de continuidad a tu vida, asimismo dentro del estado de sueño tienes archivos igualmente vastos. Entiende, existe una secuencia tanto en tu vida de despierto como en la que llevas durante los sueños. Si en un momento dado no le encuentras coherencia a tus sueños, es porque una vez despierto te hipnotizas a ti mismo para no creer que tal cosa pudiera existir. Tú mismo te encargas de descartar la probabilidad; y es que al abrir los ojos quieres siempre traducir las aventuras nocturnas en conceptos físicos e intentas hacerlas encajar en tu percepción distorsionada y limitada de la realidad que conoces.

 

En el primer capítulo te dije una gran verdad: «que siempre me ha parecido más eficaz y creativo el humano estando dormido que despierto». ¿Por qué crees que digo lo anterior con tanta seguridad? Porque a la mayoría le enfada admitir que en sueños pueda hacer cosas que despierto le parecen imposibles, como eso de volar sin estar sujeto a las leyes de la física tales como la gravedad, etc. Lo malo es que existen muchos seudo profesionales en el campo de la salud que suponen de manera inexacta que ese tipo de experiencias son simbólicas y no literales.

 

Yo te aseguro que todas esas vivencias, entre las que se destacan los vuelos que realizas, son más reales de lo que te puedas imaginar. Quienes vayan por el mundo queriendo explicar por qué se vuela en los sueños, utilizando para ello complicadas teorías, seguro carecen de razón y su verdad no la sustentan, porque lo que defienden no les consta; para ellos puede ser conocimiento adquirido, algo que alguien más les dijo o lo leyeron por ahí, y esa es su verdad, aunque sea a medias. Quiero que sepas que cuando sueñas que vuelas ¡eso estás haciendo en realidad! No hay nada más de qué hablar.

 

Durante los sueños se actúa más o menos en las mismas condiciones como cuando el Ser ya no está dentro del cuerpo. Muchas experiencias que se tienen en sueños son como las que va uno a encontrar después de la muerte. Por ejemplo: se puede hablar con familiares desencarnados, visitar el pasado, saludar a viejos compañeros de trabajo, caminar por calles que existieron hace cincuenta años, viajar a través del espacio sin emplear tiempo físico para hacerlo, recibir enseñanzas o enseñar a otros, hacer trabajos con sentido, solucionar problemas del diario vivir, etc., etc.

 

Si en la vida física existe un intervalo entre la concepción de una idea y su realización física, en la realidad del sueño no sucede de esa manera, porque allí se plasma o sucede todo de inmediato. Para que te vayas familiarizando con la realidad que se te presentará después de la muerte, más vale que explores y entiendas la naturaleza de tus sueños ahora. En el estado de sueño recuerdas a todas las personas, circunstancias y cosas con que has tenido alguna relación, aunque en la vida diaria no lo re-conozcas. Dormido puedes compartir muchas cosas bellas con amigos que viven muy distantes de tu mundo y al despertar no sabes siquiera que existen.

 

Tus tareas físicas diurnas tienen un significado y un propósito, al igual que las aventuras que tienes en los sueños; en ambas siempre alcanzas ciertas metas propias. La vitalidad, la fuerza y la creatividad de tu existencia física se generan en la dimensión desconocida. En sueños aprendes a crear tu realidad física de todos los días, así como después de la muerte te dedicas a planear magistralmente tu siguiente vida en el plano sublime. Si no la has usado tú alguna vez, por lo menos habrás escuchado de otros la siguiente frase: ‘deja lo consulto con la almohada’, ¿cierto?, porque en los sueños resuelves los problemas difíciles que se te presentan durante el día.

 

En la vida física sólo ves lo que quieres ver; de todo el campo disponible de la realidad percibes ciertos datos que seleccionas cuidadosamente de acuerdo a los conceptos que tengas de la misma; y a final de cuentas eres tú quien crea esos mismos datos. Por ejemplo, si crees que todo son malos, no podrás experimentar la bondad en nadie porque te estarías cerrando a ella; y los demás, a su vez, te mostrarán su peor lado. Te esforzarás telepáticamente para no gustar a los demás proyectando en ellos tu aversión. En otras palabras, tu experiencia responde a tus expectativas.

 

Si estás obsesionado con la idea del mal, siempre encontrarás condiciones malignas. Si crees en el demonio, te encontrarás con demonios. En los sueños y fuera del cuerpo físico consciente los pensamientos y las emociones se convierten en realidad sin que medie lapso de tiempo alguno. Así que, si crees que te vas a ver envuelto en una grave enfermedad, proyectarás de inmediato la forma mental que desencadenará el achaque sin darte cabal cuenta que se trata de tu propia creación. La mente es muy poderosa y crea todo lo que cree, mucho ojo.

 

Cuando tengas los ojos abiertos, no des por sentado que sólo existen los objetos que percibes. Mira hacia donde el espacio parece vacío y escucha en medio del silencio. Hay estructuras moleculares en cada milímetro de espacio vacío, sólo que no te has enseñado a percibirlas. Ciertamente hay otras voces, pero has entrenado tus oídos para que no las oigan. Deja te pregunto: si sabes usar tus sentidos superiores estando dormido, ¿por qué no les haces caso cuando estás despierto? ¿Qué te pasa? ¿Por qué esa incongruencia?

 

Todos los acontecimientos pueden cambiarse antes y después de haber ocurrido. Los eventos y los objetos no son absolutos, son más bien moldeables; no son estables ni permanentes aunque así lo parezcan en la realidad física. Cualquier cosa que se pueda palpar físicamente es mera proyección de una realidad mayor que viene a densificar desde dimensiones superiores. Los acontecimientos de los que eres consciente son sólo los fragmentos que se introducen o aparecen en tu conciencia cuando estás despierto.

 

Después de la muerte todos los humanos pueden acceder a una variedad sin límite de experiencias de acuerdo al grado de desarrollo interno o espiritual que en vida hayan alcanzado. La reencarnación implica mucho más que la simple decisión de vivir otra existencia física. Estás aprendiendo a crearte a ti mismo. Los conceptos de bueno, mejor, óptimo, etc., pueden producir cierta confusión porque estás queriendo ser cada vez tan completo como sea posible.

 

El experimento que transformará el mundo se basa en la idea fundamental que tú creas tu realidad de acuerdo con la naturaleza de tus creencias. En el plano sublime, mejor conocido como la dimensión de la elección, sabes bien que tú creas tu propia existencia física tanto de manera individual como colectivamente, y allí te reúnes con otros que han decidido tener el mismo tipo de experiencia para la firma de contratos. Así es como comienza la gran aventura cooperativa a medida que se alistan todos los involucrados para encarnar en conjunto.

 

Hablando de tiempo físico, hay quienes podrán tomarse siglos en elegir, mientras que otros lo hacen en unos cuantos años nada más. Pero desde siempre se han registrado casos excepcionales en los que alguien regresa rápidamente a otra existencia física en sólo horas de haber fallecido. Se trata de hechos causados por un deseo obsesivo de volver a la vida física por un propósito especial donde en cuanto se descarta el cuerpo físico viejo se renace en uno nuevo para terminar algún trabajo importante que quedó sin concluir.

 

Un verdadero trabajo interno-creativo hace que te involucres en diferentes procesos cooperativos en los que aprenderás a profundizar en otros flujos de conciencia. Así conseguirás percibir la existencia de muchas más dimensiones que las que conoces. Por esta y otras razones, la parte creativa de tu Ser es multidimensional. Su origen no tiene lugar en una sola dimensión, sino en varias, y tiene el matiz de la multiplicidad desde su propio origen.

 

Ese trabajo y función de la creatividad te está recordando que tu realidad es multidimensional. Así que, la ley del ‘autoconocimiento’ deberá tener a partir de ahora un significado mucho más amplio del que tenías antes. Autoconocimiento es lo mismo que extraer de tu interior la información contenida desde el origen de los tiempos…

 

De hecho, sé que cuando estás solo puedes conocer algunos de esos flujos de conciencia de los que hablo. A veces oyes palabras o percibes imágenes que pudieran estar fuera de contexto en tus pensamientos, y que, de acuerdo con tu educación, creencias y formación puedes interpretarlas de muchas maneras. Sin embargo, en muchas ocasiones pudiste haber sintonizado inadvertidamente con uno de esos flujos de conciencia y pudiste haber abierto momentáneamente un canal a otros niveles de realidad en que habitan otras partes tuyas.

 

Algunos de esos flujos pueden incluir pensamientos de lo que tú llamarías un “yo reencarnado”, pero enfocado en otro lugar o periodo de la historia como la conoces. También podrías «pescar» un acontecimiento en el que estuviese involucrado un yo probable, de acuerdo con tus inclinaciones, tu flexibilidad psíquica, curiosidad y tu deseo de conocimiento. En otras palabras, puedes ser consciente de una realidad mucho mayor de la que conoces, usar capacidades que no sabes que posees y conocer más allá de toda duda que tu conciencia e identidad propia son independientes del mundo en el que estás enfocando ahora tu atención principal.

 

Esas otras experiencias ─que no dejan de ser tuyas─ siguen alegremente su curso aunque estés despierto o dormido, aunque normalmente las bloqueas cuando estás despierto. En estado de sueño eres mucho más consciente de ellas, lo que pasa es que en el proceso final del sueño con frecuencia enmascaras las experiencias psíquicas intensas y lo que recuerdas es sólo parte del final. Ese recuerdo último convierte la experiencia principal en algo que sea lo más parecido posible a los términos físicos y queda totalmente distorsionado.

 

Cuando no quieres recordar un sueño en particular, tú mismo censuras la memoria. Incluso tú mismo te puedes sorprender en el acto de suprimir deliberadamente el recuerdo de un sueño. Aquí es donde disfrazas apresuradamente la experiencia con ropas lo más parecidas posible a las físicas. Eso lo haces porque no quieres aceptar que la experiencia no es física. No todos los sueños son de esa naturaleza; algunos tienen lugar en áreas mentales conectadas con tu actividad diaria por lo que el proceso del ocultamiento no es necesario. Quiero que te quede claro lo siguiente: en niveles muy profundos de tus sueños entras en comunicación con otras partes de tu identidad y con las otras realidades en las que también existes.

 

En ese estado te dedicas a trabajos y labores que pueden estar conectados o no a tu interés tal como lo conoces. Aprendes, estudias, juegas; haces cualquier cosa, excepto dormir, según la idea que tienes del término. Te pones muy activo; te ocupas en el trabajo de fondo, en el verdadero núcleo de tu existencia. Permíteme señalar que aquí lo que ocurre sencillamente es que no estás inconsciente. Sólo lo parece, ya que por regla general no recuerdas nada de eso por la mañana. Sin embargo, hay quienes se dan el lujo de ser parcialmente conscientes de esas actividades, y también existen métodos científicos que te permitirían recordarlos hasta cierto punto.

 

Tu Ser o conciencia abandona siempre tu cuerpo cuando estás dormido. Te comunicas con personas que conociste y que están en otros niveles de realidad, y lo que es más, mantienes y revitalizas creativamente tu imagen física. Procesas la experiencia diaria, la proyectas en lo que tú piensas es el futuro, escoges entre un infinito número de acontecimientos probables que vas a hacer físicos, y comienzas los procesos psíquicos que los traerán al mundo de la sustancia.

 

Al mismo tiempo haces que esa información esté disponible para las demás partes de tu identidad que habitan en realidades diferentes y recibes de ellas información de manera recíproca. No es que pierdas contacto con tu “yo” ordinario despierto, sencillamente no estás enfocado en él porque centras la atención en otra parte. Durante el día simplemente inviertes el proceso. Si miraras tu ser normal diario desde el otro punto de vista, encontrarías a tu ser físico despierto tan extraño como encontrarías al ser dormido.

 

Pero bueno, sigo sosteniendo que tú dormido tienes mucho más conocimiento que estando despierto, por muy orgulloso que estés de tu cuerpo físico diurno.

 

 

EL LIBRO DE BIOQUANTUM

 

Capítulo 2

 

No eres el cuerpo físico

 

 

 

Gracias a que tu cuerpo físico existe y, mientras esté sano, lo puedes mover en este plano de materia. Lo traes por aquí y por allá, con él subes y bajas por doquier; como luego dicen, ‘andas del tingo al tango’ y eso te hace feliz. Con la ayuda de tu cuerpo es que caminas, piensas, respiras, amas, odias, haces y deshaces, tienes hijos, etc., pero sólo mientras el Ser o espíritu se encuentra activo en él; porque una vez que el espíritu se separa del vehículo, ya no contiene éste el aliento de vida y sobreviene de forma irremediable la muerte física. Así es como se deja de existir virtualmente por tiempo indefinido dentro de la carne.

 

¿Qué sabes tú del “más allá”? Quizás poco o quizás nada. Y si fuera poco lo que dices que sabes del tema, creo que hasta podrías tener algunos conceptos equivocados, por eso es mejor que aclaremos. Casi siempre has creído que nada más tienes una forma: la física que percibes, y ninguna otra. En verdad estás convencido de eso, y por desgracia también crees que tu forma sólo puede estar en un lugar a la vez; pero yo te aseguro que tienes otras formas que no percibes y que las creas para distintos propósitos.

 

Bajo ese parámetro yo sostengo que durante todo el tiempo que vives, ¡no eres el cuerpo físico! Te lo digo hoy y te lo volveré a decir siempre que necesite recordártelo. Lo que tú eres más bien, es una energía que está más allá de lo humanamente concebible, la cual se manifiesta durante cierto tiempo a través de la envoltura o aspecto visible y tangible que es el cuerpo físico. O sea, el Ser o espíritu ocupa la materia como una prenda de vestir que se pone y que se quita a voluntad. Así ha sido y así será por los siglos de los siglos. Pero, vamos, ¿en qué me baso para hablar de esa manera? Te explicaré, y espero que no te quede una sola duda al respecto.

 

Verás, yo nací en el seno de una hermosa familia en pleno verano del año 1964. Soy originario de un pintoresco pueblito de agricultores y ganaderos enclavado en la sierra de Jalisco, México. Los que vivíamos allí, en aquel tiempo, no pasábamos de trescientos habitantes distribuidos todos en poco más de sesenta casas. Éramos una pequeña comunidad, muy unida, por cierto. Nuestros padres tuvieron a bien darnos todo lo necesario y, sí que nos supieron prodigar amor sin distinción, por eso mis hermanos y yo siempre fuimos muy felices. Por supuesto que desde pequeños se nos enseñó a ocuparnos de las labores del campo, mismas que desempeñábamos con bastante diligencia y entusiasmo.

 

Estaría yo rondando los cinco años de edad aproximadamente, cuando me hice consciente de algo que había estado sucediéndome de manera recurrente. Una inolvidable noche, después que mi madre nos ofreció una muy rica cena, recuerdo que nos fuimos todos a acostar, arrullados por el habitual canto de los grillos. A los pocos minutos de haberme quedado dormido, ¡yo estaba de pie fuera de la cama!, completamente consciente y despierto mirando mi cuerpo allí acurrucado bajo las gruesas cobijas descansando plácidamente.

 

¿Te dije que estaba levantado y despierto viendo mi cuerpo? Y así era, en efecto. Pero, ¿cómo iba yo a estar despierto si en esos precisos momentos me encontraba bien dormido? ¿Cuál de los dos entonces era yo?, te preguntarás. O más bien, ¿quién era ese que estaba dormido en mi lecho? Podría jurar que quien estaba acostado era yo, sin duda, porque hacía pocos minutos me acababa de meter a la cama. Me acordaba muy bien de eso, hasta me encontraba en la misma posición. Pero, si yo sentía plenamente que quien era el verdadero yo, era el que estaba de pie, ¿qué crees que estaría pasando?

 

Ahora de adulto digo que qué bueno que no me asusté de formar parte de aquel fantástico escenario. ¿A qué le puedes atribuir que no me haya espantado? ¿Qué habrías hecho tú ante tal situación? ¿Por qué no grité? ¿Por qué no se me ocurrió pensar que estaba muerto? ¿Por qué no corrí como loco a meterme a mi cuerpecito físico para despertar jadeando y llorando como una gallinita cobarde? ¿Estaría soñando? ¿Alucinaba acaso? ¿Me encontraría quizás bajo los efectos de un brebaje maligno? ¿Sería toda esa visión producto de una terrible pesadilla? ¿Estaría mi subconsciente burlándose de mí y me jugaba una broma de mal gusto? ¿Estaba paranoico? ¿Sufriría en ese momento de la terrible esquizofrenia? ¡No, no y no! ¡Nada tan lejos como eso! ¡Todo estaba en su justo lugar! ¡Todo!

 

Primero déjame decirte que, no me espanté, ni grité, ni pensé que estaba muerto, ni tuve deseos de correr a meterme al cuerpo, así como tampoco estaba soñando ni alucinando, puesto que no había ingerido ningún tipo de medicamento o droga, ni estaba teniendo una pesadilla, ni mi subconsciente me estaba gastando una broma pesada, ni estaba paranoico, y mucho menos esquizofrénico o loco de atar… nada de eso; nada. Entonces, ¿qué pasó? Pues, simplemente pasó que nunca cruzó, ni por asomo siquiera, un solo pensamiento por mi tranquila y muy receptiva mentecita.

 

Y tú tienes todo el derecho a replicar: «¡Que qué!, pero, ¿ por qué no pasó nada por tu mente?» No pasó, porque yo no sabía nada respecto a esa larga lista de boberías que enumeré párrafos atrás. Has de recordar muy bien que yo era un niño que apenas iba a cumplir los cinco años de edad; y un crío tan pequeño, el cual todavía no asiste a la escuela, no ha visto televisión, ni está influenciado por lo que le cuenten terceras personas, pues, no piensa en nada. Así de sencillo. Abundando un poco en el tema, el “disco duro” de mi computadora, o sea, mi mente ─si me permites planteártelo de manera figurada─, todavía se encontraba limpio de ideas extrañas y no tenía almacenado datos equivocados en torno a esa otra realidad.

 

No había en mi interior información de ningún tipo que pudiera servirme como base de la cual partir o que figurara como un antecedente. Esa fue la razón por la que no pensé en nada. Todo me pareció natural… todo estaba bien, así que no había por qué preocuparme. ¿Preocu… qué? ¡Vaya!, por fortuna ni siquiera sabía en aquellos tiempos lo que significaba esa enredosa y problemática palabra. Yo sólo sabía que era el niño más feliz de la Tierra porque nada me hacía falta. Además, las imágenes que aún conservo, y bien claras, es que a diario corría y saltaba como un venadito libre de ataduras por las serpenteantes veredas del campo, o en su caso, entre las cristalinas aguas del río chapoteando y jugueteando con mis hermanitos hasta que el cansancio y el hambre nos vencían.

 

Ni más ni menos así era mi vida. ¡Bendita inocencia la mía!, creo que esa inigualable libertad, y el haber crecido en contacto pleno con la naturaleza, fue lo que me salvó de llevarme un buen susto cuando me miré fuera del cuerpo físico allí, al pie de la cama, dentro de mi habitación. Toma en cuenta que yo no tenía nada con qué medir, nada que me dijera que aquello que estaba viviendo era bueno o era malo. ¿Cómo iba yo a saberlo? Después de eso siempre he creído que a veces es mejor no saber nada. Pero nada de nada, ¿eh? A esa edad yo era bien inocente. ¿Por qué? Te lo dije antes, y lo repito: todavía no entraba oficialmente a la escuelita primaria, y tampoco había tenido la oportunidad de ver ningún programa de televisión.

 

Recuerdo que unos meses después de ese bello acontecimiento que marcó mi vida, pusieron los postes de luz y tendieron los cables de energía eléctrica para suministrar de ese vital fluido a aquel apartado puñado de casas ubicado en la serranía. Así que, hacia 1969, en mi querido “rancho paraíso”, nosotros todavía vivíamos de la forma más pura y natural que te puedas imaginar. Haciendo un pequeño paréntesis, en ese mismo año también, casi toda la familia nos mudamos a una gran ciudad con playa, primero, para que siguiéramos gozando de la vida, y luego, que tuviéramos la oportunidad de estudiar, y así, un buen día pudiéramos ser gente de bien en esa nueva sociedad que nos acogió con beneplácito.

 

Y, volviendo al caso que me atañe, por todo lo anterior, aquella portentosa noche fue y será una de las más hermosas de toda mi vida. Reitero que no me dio miedo ver que me encontraba fuera de mi cuerpo, no, de ninguna manera. Más bien yo estaba feliz y contento porque era totalmente consciente en medio de dicho evento. Muchas veces antes había soñado que volaba libremente por los cielos, pero en esa ocasión en particular, todo era más real, así que, debía aprovechar. Acto seguido me acerqué a su cara (mi cara) para estar seguro que aquel cuerpecito respirara. Me llenó de alegría ver una sonrisa dibujada en sus labios; luego lo dejé, y caminé muy resuelto hacia la puerta.

 

Una sensación muy extraña recorrió todo mi ser al momento que mi manecita literalmente se ‘hundió’ en la agarradera de la puerta cuando quise asirla para abrir. Eso me indicó que no era sólido, que no tenía piel y huesos como el que se había quedado dormido en la cama, sino que estaba compuesto de pura energía. Después de varios intentos fallidos y ver que no podía abrir como se debe, me di cuenta que sólo atravesando con todo mi cuerpo era como iba a poder salir. ¡Qué dilema! Pero eso no iba a truncar mis deseos de averiguar lo que había afuera.

 

Me armé con todo el valor con que contaba, porque temí que al cruzar, mi cabeza se podía quedar atorada; ¡qué horror! En verdad, no pensé en el resto del cuerpo, pero sí creí que los huesos del cráneo quizás eran muy duros para pasar de esa manera tan poco ortodoxa. Así que, para el primer ensayo, me puse en posición de ‘firmes’, creí respirar profundo, y luego contuve el aliento; una vez decidido, pero con los ojos cerrados y las manos por delante, atravesé las tablas lentamente, todo trémulo de emoción…

 

Al cruzar completamente, la acción me gustó tanto que me di el lujo de volver a entrar al cuarto, pero esta vez reculando. Ya sin temor alguno, volví a enfilarme hacia la puerta rápido, nada más que en esta ocasión el impulso fue tan instintivo y descontrolado, que por poco me voy de bruces y me pego en la mera bocota contra el suelo. ¿Dije ‘golpear contra el piso’? ¡Ja, ja! Cómo se nota que no tenía ni la más mínima noción de lo que estaba ocurriendo. Es cierto, pensé que iba a caer pesadamente como un fardo, pero sólo fue eso, un pensamiento, ya que después de trastabillar, perder el equilibrio y pasar atropelladamente a través de la puerta, sin que ésta pusiera la menor resistencia, quedé suspendido horizontalmente en medio de la nada, flotando suavemente cual pluma en el aire.

 

¡Qué noche, Dios mío, qué noche! Y nada que, el destino me tenía reservadas todavía muchas sorpresas más. El que me haya tropezado, y haber creído que caería estrepitosamente al suelo, sin lograrlo, por supuesto, porque quedé balanceándome a la altura de mi pecho, me dio la oportunidad de practicar por primera vez, conscientemente, la técnica de vuelo que tantas veces durante los sueños había experimentado… Moviendo manos y pies, como si estuviera nadando bajo el agua, pude sentir que me desplazaba a la velocidad que yo pensara. Todo dependía de mi entera voluntad. Yo decidía si iba rápido o lento, y lo medía según las circunstancias.

 

Primero le calé a ir para adelante, luego me fui para atrás. Me desplacé al lado derecho, y después al izquierdo. Hice giros sobre mi propio eje a ciento ochenta y luego a trescientos sesenta grados. Enseguida, en posición erguida (‘parado’), me elevé varios metros del suelo hasta que pude ver los tejados de las casas; en cierto momento rocé las copas de los árboles y me posé en uno de ellos cual si fuera un colibrí. No tuve miedo de caerme. Después de hacer varios despegues con sus respectivos aterrizajes, me quedé de pie en el piso nuevamente.

 

Creí haberme fatigado; hasta jadeaba un poco, por eso opté por detenerme. Aproveché para hacer un recuento de todo aquello tan hermoso que acababa de experimentar. Me sentía súper excitado porque, para empezar, había atravesado la puerta, lo cual era un logro, y ahora sabía que podía volar ¡y no era un sueño! ¡Qué emoción tan grata sentía en todo mi ser! Oh, oh, parecía que mi corazón de un momento a otro iba a explotar. ¡Qué indescriptible alegría! Estaba lleno de júbilo porque podía atravesar las cosas sólidas sin que para mí fueran obstáculo.

 

Años después, ya en la ciudad, vi por la pantalla de la televisión que Gasparín, “el fantasma amistoso”, también atravesaba puertas, paredes, techos y lo todo que se le pusiera enfrente tal y como yo lo hacía desde chicuelo. Ah, déjame decirte que aquella primera vez de mi salida consciente, noté que estaba desnudo; aunque no ocupaba la ropa para nada, porque del contorno de mi cuerpo salía un “humo” blanco muy fino, del grosor como de una cuerda para bailar el trompo, y éste no se disipaba. Eso me hacía sentir vaporoso y a la vez liviano…

 

Yo sólo sé que veía una energía blanca, con azul tenue, que me rodeaba todo, y eso le daba “volumen” a mi cuerpo. En esos momentos no era yo otra cosa más que un pequeño espíritu osado e inquieto que se aventuró a salir de casa sin el menor recato y, eso sí, exento del famoso miedo que tanto daño hace a las personas mayores. Yo nada tenía que perder. Además, con nadie tenía que quedar bien.

 

Mientras estaba cavilando en el corredor de la vivienda, sentí la presencia de alguien que se encontraba parado allá, al fondo del patio, junto a un frondoso árbol de capulín, como a unos cinco o seis metros de distancia. Se trababa de un espectacular personaje que parecía estar esperando pacientemente a que yo terminara de hacer mis malabares y poderse acercar. Al mirarnos cara a cara, él me sonrió alegremente y caminó hacia mí. Esa figura brillante estaba llena de luz blanca y dorada. Parecía estar envuelto en una bola de fuego palpitante, pero no hacía ningún ruido. De todo su cuerpo salían destellos de luz, parecidos a la lumbre, pero esas llamas no quemaban. Posiblemente de alto tenía más o menos lo que medía el marco de la puerta, eso quiere decir que me sacaba más de dos veces mi estatura. Al estar a un paso cuando mucho de mi persona, se detuvo, me saludó inclinando un poco su cabeza, y me dijo que me estaba esperando para llevarme a dar un paseo.

 

¿Me dijo, o lo pensé? Me lo dijo, y aunque no usó la boca para hablar, de todos modos escuché fuerte y claro dentro de mi cabecita el saludo y la cordial invitación: «¡Qué tal, mi niño!; vine por ti, te estaba esperando para llevarte a dar un paseo». Y resultó que no me costó mucho trabajo comunicarme con el extraño visitante de la misma manera que él lo hacía, o sea, ¡por medio de los pensamientos! Lo que yo pensaba, él lo entendía, y de inmediato me contestaba; y lo que él pensaba, yo lo ‘escuchaba’ adentro de mí. [A eso las entidades de dimensiones superiores le llaman telepatía o transmisión de imágenes].

 

El radiante ser me tomó cálidamente en sus brazos y me levantó sin el menor esfuerzo hasta que sus profundos ojos azules quedaron a unos veinte centímetros de distancia de los míos. A través de su mirada, un torrente de energía fluyó hacia mi interior y sentí que entendí todo, todo, todo. Era como si en ese instante mismo hubiera traspasado archivos que contenían valiosa información desde su conciencia y quedaron grabados en forma indeleble en la mía. Una vez que me abrazó como a su bebé, tocó suavemente con la parte de atrás de los dedos de su mano derecha mi carita; sentí el roce de su piel con la mía. Leí en sus ojos que no podía contener más la alegría que le causaba aquel divino encuentro y me dio un tierno beso en la mejilla.

 

Sentí un amor muy profundo hacia ese exquisito ángel desprovisto de alas; lo que pudieran parecer sus alas era la energía tan enorme que le circundaba, pero para mí, eso no eran alas con plumas, me quedó claro. Enseguida, arropándome con su cuerpo, nada más dijo: «¡Vá-mo-nos!». Inmediatamente después estábamos viajando a través de una luz muy fuerte, hasta que llegamos al final de algo que parecía la boca de una cueva o la salida de un túnel. Mi amigo me explicó que ahora nos encontrábamos fuera de la dimensión que yo conocía y que allí se llamaba “blue star”. «¿“Blu estar”?, ¿qué es blu estar?», le pregunté. Y él me contestó: «Blue star es tu casa, mi niño querido; es de donde tú eres».

 

Ah, ya entendía, blue star era mi casa; o sea que tenía dos casas, la del rancho donde nací, y blue star… qué feliz me sentí al saberlo. Sin más, empecé a experimentar un supremo gozo, un éxtasis, un arrobamiento espiritual y un calor extremo consumía literalmente todo mi pecho, porque ese maravilloso lugar, mi casa, mi blue star querido, me estaba recibiendo con los brazos abiertos. Y en esos precisos momentos me di cuenta que yo era un ser de energía igual que el amigo que me había llevado hasta ese remoto lugar. Nuestra constitución era la misma en esa dimensión desconocida.

 

No me sentí niño, ni pequeño, ni frágil. Tampoco sentí nostalgia por el mundo que acababa de dejar atrás, donde todo era físico y material. Yo comprendía en lo más hondo de mi corazón que mi cuerpo carnal seguía vivo, y que me esperaba al otro lado del túnel de luz. Lo que me quedó más claro con la enseñanza que allá recibí, es que “el Ser” es quien uno realmente es. ¿Y quién es uno? ¡El Ser!… Sí, el espíritu. Lo que somos es la energía que llevamos dentro, y no tanto el cuerpo físico. ¿Entiendes? Porque los cuerpos físicos son temporales, y el Ser es el que ha sido, el que es, y el que será, por toda la eternidad.

 

Como te podrás imaginar, he ido y venido a Blue Star ─el planeta al que pertenezco, y que está vibrando en la novena dimensión─ miles de veces desde aquel bendito día. De hecho, te confieso que llevo “doble vida”, ya que de día vivo en la Tierra, y de noche normalmente me muevo en otras dimensiones, pero principalmente voy a estudiar técnicas de sanación a los hospitales de la ‘estrella azul’. Mi adorado mundo llamado ‘Blue star’, es una gigantesca “isla flotante”. No es un planeta físico, es completamente energético, y se está moviendo constantemente de lugar. Tiene una población de varios millones de habitantes; todos son muy sabios, y una gran cantidad de ellos se dedica a innovar todo lo creado. Blue star es uno de los puntos que cuenta con la más alta tecnología del universo que conozco.

 

Bueno, voy a cerrar la anécdota de mi primer viaje dimensional que hice cuando niño. Pienso que duró como unas dos horas aproximadamente. En ese tiempo pudimos hacer un largo recorrido por varios lugares. Entre otros ─y fue lo que más me llamó la atención─ visitamos unas enormes instalaciones, mucho muy bellas, donde se aplican conocimientos de medicina integral, un sistema completamente desconocido en la Tierra y que me comprometí un día enseñar a todos los que quisieran aprenderlo. Las paredes y los techos de la clínica eran transparentes, semejantes al vidrio que ya conocía, etc., etc.

 

El regreso a mi otro mundo, a la Tierra, lo hicimos exactamente de la misma manera como llegamos allá. Mi maestro ─ahora sabía que aquel ser era mi guía, y es el padre de mi Ser también─, me tomó entre sus amorosos y fuertes brazos y volvió a decir: ¡Vá-mo-nos! Y otra vez en el viaje, que no creo que haya durado más de lo que tarda un relámpago en estallar, vi la centelleante luz, hasta que llegamos al otro lado del túnel, pero esta vez aparecimos al interior de la humilde morada donde vivía con mi familia terrenal, y justo al pie de la cama donde mi cuerpo dormía.

 

Aquel hermoso ángel ─ah, porque esa era la imagen que de pequeño tenía yo de los ‘ángeles de la guarda’─ acomodó rápido mi forma energética dentro de mi cuerpo físico, y al instante desperté. En cuanto abrí los ojos, vi ya a mi padre flotando unos centímetros del suelo; con su mano derecha extendida a la altura de su hombro se estaba despidiendo de mí, y dijo: «Hasta pronto, hijo. Que descanses». Desde luego yo me volví a embolismar con las tendederas y los ponchos, cambié de posición y muy orondo me entregué pronto al sueño. Por supuesto que me encontraba exageradamente feliz por la experiencia tan agradable que acababa de vivir.

 

Pues bien, no creas que como yo tengo el recuerdo nítido de aquel famoso viaje, y las subsecuentes vueltas, hasta estos días, vayas a pensar que soy una persona diferente a ti. De ninguna manera. Tú y yo somos exactamente iguales. Adentro de ti también hay un Ser que tiene su origen en algún punto de este vasto universo, o de cualquier otro, ya sea físico o energético.

 

Poco a poco me he puesto en contacto con un sinnúmero de personas encarnadas en este mundo y que son originarias también de Blue star, como yo. Te aclaro que no es mi fin ni mi afán vanagloriarme de algo que sucede en mí de manera tan natural hasta la fecha. Pero, ocupémonos mejor de ti, ¿te late?

 

¿Te gustaría saber de dónde eres? ¿O ya lo sabes? ¿Te queda claro quién eres y por qué estás aquí? Bueno, quizás todavía no, espero que pronto te llegue información al respecto. Volviendo al meollo del asunto ese de que no eres el cuerpo físico, tu supuesta identidad está basada sólo en el cuerpo celular, por eso es tan difícil imaginarte fuera de él de alguna manera.

 

Pero déjame decirte que cuando tienes un deseo muy vívido de estar en algún espacio en particular, sin darte cuenta, una forma idéntica a la tuya aparece en el lugar que evocaste. Tu vehemente deseo es quien lleva el holograma de tu personalidad a ese lugar y allí aparece. Aunque esa “imagen-pensamiento” no puede ser vista por casi nadie ahora, estoy seguro que en poco tiempo se desarrollarán aparatos capaces de percibir toda clase de fenómenos que vibran más allá de lo “normal”. A como están las cosas, en estos tiempos esa imagen sólo pueden percibirla quienes tienen abiertos sus sentidos internos, los cuales aquí te enseñaré a desarrollar. Cualquier acto mental intenso siempre se traduce primero de manera metafísica y luego se expresa en el plano material.

 

Todos los individuos envían frecuentemente ese tipo de imágenes como réplica de sí mismos, nada más que el grado de materialización de cada una de ellas puede variar. Algunas son más definidas que otras; no obstante, recuerda que no son meras proyecciones o imágenes “planas”, y que también tienen efecto sobre el medio ambiente. Las imágenes tienen inteligencia propia, buscan su “espacio” abriéndose camino y casi siempre vibran junto a otras formas u objetos físicos.

 

Si un día tú desearas fervientemente estar en un claro de un bosque conocido, de inmediato ese intenso deseo tuyo actuará como un núcleo de energía proyectado hacia afuera desde tu Ser y tendrá una forma: tu propia imagen. El lugar que visualizaste atraerá entonces la figura y en un santiamén estarás allí, aunque no se te pueda ver en circunstancias normales. Ahora que si a tu deseo le pones mucha más intensidad, el núcleo de energía será mayor y una parte de tu flujo de energía se unirá de tal manera que por un momento en el cuarto de tu casa, o donde estés, podrá sentirse de repente el olor que despiden los árboles y la vegetación en general; inténtalo y verás.

 

El alcance de tu percepción dependerá siempre de la calidad de tu imaginación y de la cantidad de concentración que tengas... Nunca dejaré de decir que todas las formas físicas ─incluyendo al cuerpo─ son el resultado del enfoque emocional que uno tenga. La maravillosa energía que viene desde tu Ser interno no sólo ha creado tu parte física, sino que también le da sustento y le da vida. Todo lo que apareció, aparece y aparecerá en el nivel físico, existió, existe y existirá también en otros niveles que un día aprenderás a percibir.